POLICIA

Argentina sacada | Vecinos dan feroz golpiza a un ladrón en Palermo

La oleada de linchamientos de Rosario se trasladó a la Ciudad, donde atraparon a un carterista y comenzaron a golpearlo. "Mátenlo, así no jode más", se arengaban entre ellos.

"Mátenlo, así no jode más", se arengaban los vecinos de Palermo, mientras linchaban al delincuente.
| Twitter @DiegoGrilloTrub

Un hombre sujetaba a un delincuente contra el piso, que hace minutos había robado una cartera, en la esquina de Charcas y Coronel Díaz, en el barrio porteño de Palermo, mientras una veintena de vecinos esperaban su turno para patearle la cara con todas sus fuerzas. La situación se repetía y no había indicios de que se iba a detener. "Estaban dispuestos a matarlo", narró un periodista en la red social Twitter.

La oleada de linchamientos comenzó la semana pasada en Rosario, donde en tres oportunidades los transeúntes atraparon a los delincuentes minutos después de robar y comenzaron a pegarle. En uno de los episodios, el jueves pasado, la feroz golpiza se terminó con la muerte de un motochorro que acababa de sacarle la cartera a una mujer que caminaba con su hija. Allí, un auto logró chocar a la moto y, al caer al suelo, los transeúntes golpearon hasta la muerte al ladrón.

Ahora, la oleada de feroces linchamientos se trasladó a la Ciudad de Buenos Aires y fue reportada en Twitter por un periodista de PERFIL, que presenció el episodio. "Un tipo grandote con uniforme de portero estaba arriba de un pibe de unos 16/7 años, inmovilizándolo. De repente, una de las personas del tumulto se acerca corriendo y le mete una patada en la cara al pibe", comenzó Diego Grillo Trubba.

En una catarata de mensajes en Twitter, Grillo Trubba contó que "los otros que entraban y salían debían haber hecho lo mismo, porque el pibe ya estaba con la cara medio deformada". Y siguió: "De la boca le salía un río de sangre que primero formaba un charco en las baldosas y luego un reguero hacia la calle".

El feroz linchamiento parecía tener un único destino: la muerte del delincuente. "En el medio se acercaba más gente. La gran mayoría gritaba 'mátenlo'. La amplísima mayoría. 'Mátenlo así no jode más'", narró.

La golpiza finalmente no llegó a eso porque uno de los vecinos llamó a la policía, que tardó 25 minutos en llegar. "La sensación era que si la cana no llegaba, al pibe lo mataban", escribió Diego Grillo Trubba.