POLICIA
Inseguridad

Asaltaron a Juan Carlos Blumberg: “Me dijeron: 'Quedate piola porque te volteamos'”

Dos hombres huyeron con la plata destinada a los salarios y el medio aguinaldo del personal de su fábrica textil de la localidad bonaerense de Garín. Sospecha de sus empleados.

El empresario Juan Carlos Blumberg
| DyN

Juan Carlos Blumberg saltó al centro de las noticias en marzo de 2004, cuando su hijo Axel de 23 años fue asesinado de un tiro en la cabeza tras permanecer seis días secuestrado, lo que generó una amplia movilización. Trece años después, el empresario volvió a ser novedad por un hecho de inseguridad, por suerte sin víctimas fatales: fue asaltado en su fábrica de la localidad bonaerense de Garín.

Dos delincuentes lo abordaron a mano armada este mediodía en su fábrica de hilados, ubicada en Santiago del Estero y José Hernández, Escobar, y se llevaron los fondos destinados al pago de sueldos y aguinaldos de su personal. "Cuando los vi me dijeron: 'Quedate piola porque te volteamos' y me apuntaron con un arma", contó el empresario al canal Crónica TV.

Blumberg cree que "es evidente" que alguno de sus empleados habría sido el entregador, ya que había mucho dinero en la fábrica el sábado pasado, cuando "estábamos en el momento de pagar en efectivo" a los trabajadores, contó.

"La fábrica me la quemaron hace tres años y la estamos reconstruyendo. La gente que está es gente involucrada en el armado de las máquinas", describió. Sin embargo, no despegó el hecho de la situación que se vive en la Provincia de Buenos Aires, y consideró que la inseguridad "está agravada en el conurbano bonaerense" donde "a la gente que va a trabajar la asaltan para robarle las zapatillas". Por esa situación, culpó "a la droga, porque uno ve cantidad de personas drogadas que salen a robar y obviamente disparan".

"Estamos en una situación muy grave y hay fallas terribles en la Justicia que rápidamente libera" a los delincuentes, planteó el empresario. Luego reiteró su propuesta de "bajar la edad de imputabilidad porque "no puede ser que jóvenes que cometen delitos queden libres".

Para Blumberg, "hay que construir más cárceles, pero provisoriamente pueden usarse los cuarteles (militares), ya que muchos están vacíos", de forma que los delincuentes "estén controlados, los hagan levantar a la mañana, tengan orientación vocacional y los pongan a aprender en talleres de artes y oficios".

"Nosotros habíamos organizado en la cárcel de Ezeiza un taller de recarga de cartuchos de computadoras, con una empresa privada, que daba una economía importante al Estado, y un taller de fabricación de borceguíes", recordó. Pero lamentó que "todo eso se cerró y frustró, porque podía significar un aprendizaje para la gente".

"De todos los hechos delictivos que hubo en esos años sólo fue a juicio el 4 por ciento, el 96 por ciento no se investigó. Y los delincuentes que van presos están por debajo del 1 por ciento..., al 99 por ciento no les pasa nada", concluyó.