La oficial de la policía Bonaerense Lourdes Espindola no pudo sobreponerse al balazo que recibió de un delicuente, y los médicos del hospital Posadas le diagnosticaron muerte cerebral, por lo que su estado es irreversible. Así lo confirmaron fuentes cercanas a la familia a TN, que además sostuvieron que sus padres ya firmaron los documentos para donar los órganos de la joven.
La oficial tiene 25 años, un hijo de 6, y se desempeña en el Comando de Patrullas de Moreno. Cuando fue atacada por dos asaltantes, volvía a su casa luego de cumplir un servicio de Policía Adicional (Polad). "Me dispararon, me estoy muriendo", le dijo la oficial a su marido por celular, tras ser herida de bala.
Por el violento episodio que vivió Lourdes, su marido Fernando Altamirano -que también es oficial- había anunciado que se iba a retirar de la Policía Bonaerense. "A partir de hoy no soy más policía", dijo el oficial ante la prensa, luego de que dos delincuentes le dispararan a su mujer utilizando su propia arma reglamentaria en la localidad de Ituzaingó.
Altamirano habló de la situación que viven los oficiales y criticó a las autoridades provinciales y nacionales por lo sucedido. "De sueldo cobrábamos cero pesos. Vivíamos con el adicional, teníamos sueños para hacer un dúplex porque no queríamos esperar a que nos tiren un tiro", sostuvo al canal TN y detalló que hace tres años que su esposa trabajaba en la fuerza policial.
El jefe de la Policía Bonaerense visitó a la oficial baleada y respondió a las críticas de su esposo
Angustiado por la situación, el policía bonaerense expresó su deseo de retirarse de la fuerza, debido a la hostilidad que viven por la inseguridad del país. "Ya no quiero ser policía, tengo dos hijos que son el amor de mi vida y no voy a permitir que se queden sin papá", sostuvo, y agregó: "Amamos lo que hacemos pero el policía de la provincia de Buenos Aires está todo el tiempo desprotegido".
El hecho. La oficial fue abordada por dos delincuentes cuando esperaba el colectivo para regresar a su casa en estación peaje Quintana (Autopista del Oeste).
Allí, la joven fue abordada por dos delincuentes, uno de los cuales le disparó en el cuello y le sustrajeron el arma reglamentaria, aunque no se llevaron dinero ni otras pertenencias, y se dieron a la fuga.
