POLICIA
mato a su ex novia frente a la catedral

El femicida de Bariloche estaba oculto en la cima de una montaña

Mariano Cordi estaba deshidratado cuando fue capturado por la Policía. Hasta les pidió agua a los efectivos. Lo bajaron en una camilla.

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Preso. A Cordi lo buscaron con vehículos 4x4, a pie y con helicópteros. Lo detuvieron en el cerro Carbón, donde fue dejando pistas. | NA.

Fue dejando rastros mientras ascendía el cerro Carbón, de unos 1.500 metros de altura. Un pantalón y un buzo fueron encontrados por los policías que seguían los pasos del “peligroso femicida” de Bariloche. Ayer, a Mariano Cordi (41) lo hallaron entre pastizales, deshidratado y en ropa interior, a pocos metros de la cima. Cuando lo rodearon no se resistió, casi no habló, solo pidió agua.

Cordi era buscado desde el martes pasado, tras el crimen de Valeria Cappo (40). Ellos habían comenzado una relación hacía cuatro meses, pero Valeria había decidido terminarla. El hombre la citó a la tarde en los jardines de la iglesia catedral. Ella fue con su bicicleta y sin mediar palabra Cordi le disparó en la cabeza a plena luz del día. Murió, más tarde, en el hospital.

La fiscal del caso había calificado al entonces prófugo como una persona “extremadamente peligrosa”, por eso un centenar de policías comenzaron distintos operativos para dar con el paradero del acusado. Ayer la búsqueda terminó.

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Cordi fue encontrado a unos 300 metros de la cima del cerro alrededor de las 10.20 de la mañana, en inmediaciones al Valle de Chalhuaco. Los efectivos del grupo del Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (Coer) lo divisaron cuando descendían desde la cumbre por un sector sin senderos.

Los efectivos fueron recolectando a su paso pertenencias del prófugo. Primero dieron con un pantalón, luego con un buzo y un poco más abajo estaba Cordi, en calzoncillos y con una remera roja. El día anterior, a unos 300 metros pendiente abajo, se habían encontrado un arma y documentación pertenecientes al femicida, por eso la búsqueda se concentró en esa zona con personal que accedió con vehículos 4x4.

“No intentó escapar, estaba muy débil, con signos de estar deshidratado”, explicó el jefe del grupo Coer, Roberto Sánchez, en una conferencia de prensa que compartió con la fiscal Betiana Cendón y el procurador Jorge Crespo.

Más tarde el jefe del hospital Ramón Castillo, Leonardo Gil, confirmó que el hombre presenta un cuadro de deshidratación severa, pero “no tiene ninguna herida de gravedad”.

Rescate. Cordi solo pidió agua. Los efectivos lo hidrataron, lo inmovilizaron en una camilla y comenzaron el descenso con el acusado de haber asesinado a su ex novia sobre los hombros hasta la base de la montaña. Desde allí, un helicóptero del Plan Nacional del Manejo del Fuego, de Parques Nacionales, lo trasladó a un helipuerto de Bariloche y desde allí en ambulancia fue derivado al hospital Ramón Carrillo.

“Al llegar al lugar, la visibilidad era imposible, constatamos la presencia de un arma de fabricación casera con las mismas características de la que había dado muerte a Valeria, el documento, tarjetas de débito, crédito, dinero, y había manchas hemáticas y algunas sustancias tóxicas, como marihuana, pero no habíamos encontrado a Cordi, que era nuestro objetivo, y en todo momento nuestra idea era no creer en la posibilidad de que se había suicidado sino buscarlo vivo”, dijo Cendón.

“Iba dejando rastros con la ropa, encontramos primero el pantalón, después un buzo y luego se dio con él”, agregó la fiscal, que remarcó que “es una persona con un perfil de peligrosidad bastante interesante, con una patología que habrá que abordar oportunamente”. En este sentido, explicó que se le realizarán pericias psiquiátricas.

Además, destacó que investigarán si Cordi recibió ayuda en las primeras horas para escapar.

Perfiles. Cordi, al parecer, no tenía trabajo fijo y dedicaba la mayor parte de su tiempo a actividades paramilitares como entrenamiento de supervivencia en la montaña y la construcción de armas de fuego, bombas y trampas cazabobos, informaron fuentes judiciales.

Estas armas caseras fueron encontradas en el tráiler en el que vivía en el barrio Frutillar, en el sector alto de Bariloche. La Policía de Río Negro encontró en el interior de su hogar una pistola hecha con una especie de lapicera similar a la calibre .22 que utilizó para asesinar a Valeria.

Los agentes también descubrieron explosivos caseros elaborados con cables para conectar a un temporizador y una serie de trampas cazabobos con capacidad de detonar al ser pisadas, compuestas por un cilindro contenedor de fulminante y selladas en sus extremos.

“No es un individuo con los conocimientos normales de la media de la ciudadanía. Es alguien que se ha autoinstruido para poder lograr, mediante su experiencia técnica, un daño hacia los demás, y esto quedó constatado con la muerte de su ex pareja”, señaló a Télam el fiscal jefe de Bariloche, Martín Lozada.

Valeria era todo lo contrario. Ella trabajaba como agente del Centro de Atención Integral a la Niñez y Adolescencia (Caina) y era acompañante terapéutica. Además, estudiaba Enfermería. Era madre de dos hijos, una nena de 9 años y un adolescente de 16.

Lo quería muerto

“Hubiera preferido que se matara”, dijo la mamá de Valeria Coppa cuando se enteró de que habían encontrado al femicida de su hija. El hombre no se había matado, sino que se había escondido en la montaña.

“Estaba escondido entre los pastizales. Hubiera preferido que se matara”, detalló a TN Marianela, la mamá de Valeria. “Espero que se pudra en la cárcel. No quiero verlo dentro de cinco años caminando por la calle”. La mujer advirtió que se trata de un “delincuente peligroso”. “Siempre vamos a tener miedo de que mande a alguien a hacernos daño”, alertó. Ayer la familia despidió los restos de Valeria en el cementerio parque Valle del Descanso.

Enero terminó con 23 asesinatos de mujeres

Gissella, Celeste, Gisel, Agustina, Romina. Los nombres se multiplican y la gravedad de la problemática de la violencia de género también. Enero cerró con, al menos, 23 femicidios en todo el país. De esta manera, superó el registro del mismo mes del año anterior.

El cadáver de Gisella Solís Calle fue encontrado luego de casi dos semanas de rastrillajes, en Camino Negro. El femicida, su novio, se suicidó en un hotel de La Plata.

Juana Carolina Brítez Rojas tenía 31 años. Agonizó durante 12 días luego de que su pareja la rociara con nafta en Tolosa, La Plata. El también se suicidó. Y Valeria Coppa completa la lista de los últimos tres casos de enero. Su ex pareja, Mariano Cordi, la asesinó de un tiro en la cabeza frente a la catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi, en Bariloche.

Números. Según datos de la ONG La Casa del Encuentro, el año pasado se registraron 22 femicidios en el mismo período del año anterior (al igual que en 2017).

El pico más alto se dio en enero de 2014, con 32 casos. Las cifras más bajas que se contabilizaron llegaron a los 19 femicidios, y se registraron en 2008 y 2012.

El primer asesinato de una mujer este año sucedió en Santiago del Estero.

Celeste Castillo tenía 25 años y su pareja terminó con su vida. Su novio era un oficial de policía de Santiago del Estero, la mató de un tiro y luego se suicidó. “El estaba prestando servicio, no sé por qué no cumplió su horario. Se vino borracho acá, tuvieron discusiones, los dos eran muy celosos y terminó así la situación. ¿Cómo un policía que porta un arma sale de su trabajo y anda borracho?”, se lamentó una amiga de la mujer asesinada. Con este crimen comenzó una seguidilla de femicidios.