POLICIA
la situacion procesal de ricardo russo

El pediatra acusado de pedofilia declaró que sólo bajaba música y películas

El jefe de Inmunología y Reumatología del Hospital Garrahan aseguró que buscaba títulos bizarros para compartirlos en familia, pero la Justicia no le creyó. Analizaron 800 archivos y no hallaron ningún film.

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Revelación. Russo le habría dicho a un amigo que había “cometido algunas digresiones”. | cedoc

El médico pediatra del Hospital Garrahan que está preso acusado de producir y distribuir pornografía infantil declaró que “descargaba música y películas bizarras de internet” para compartir con su familia, pero en los más de 800 archivos que fueron analizados por la Justicia no aparece el nombre de ningún film.

Ricardo Russo (55) reconoció que conocía las características de la plataforma e-Mule que utilizaba en sus computadoras, incluso en las notebooks que fueron secuestradas durante el allanamiento realizado en su domicilio de Núñez, en noviembre del año pasado.

Durante la audiencia oral, en la que la jueza penal, contravencional y de faltas porteña María Laura Martínez Vega le dictó la prisión preventiva, el especialista destacó que “intentaba tomar de los archivos subidos a la plataforma aquellos que le interesaban, vinculados con música o con películas” de su interés, que luego “visualizaba con la familia”.

Sin embargo, en el escrito se indica que “no hay un solo nombre de película de las más de 800 que había bajado” en sus artefactos electrónicos.

Para la jueza Martínez Vega el acusado “pretendió generar convicción acerca de que, en su condición de cinéfilo y apasionado de las películas que se definieron como ‘bizarras’, descargaba archivos de videos de manera masiva, que previamente buscaba utilizando ciertos patrones de búsqueda, que le impedían tener un acabado control de aquello que finalmente se descargaba”.

Un perito informático, que declaró en la audiencia oral, explicó que el e-Mule “es un programa cuya característica primordial es la de compartir archivos, lo que supone un intercambio entre los usuarios”.

“La persona que lo utiliza, al instalar el software, conoce sus características y sus propósitos no solo porque surgen de los pasos que uno debe seguir para lograr su descarga, sino también de las condiciones que debe aceptar para poder luego utilizarlo”, ahondó el experto.

Al respecto, la jueza entendió que Russo “conocía esta característica del programa”. “Tanto es así, que gran parte de su declaración se circunscribió a intentar dejar asentado que se preocupaba por asegurarse de que los archivos que afirmó que descargaba en tanda no pudieran ser compartidos a terceras personas”.

“En otras palabras –insistió la magistrada–, se esforzó por justificar que en todo caso habría sido negligente en evitar que aquello que había descargado en sus computadoras pudiera ser inmediatamente puesto al alcance de otros en la web. No obstante, las propias características del programa que aseguró conocer son las que tiran por tierra los intentos defensistas”.

Para la Justicia “no resulta creíble” que una persona que afirmó que “de vez en cuando se preocupaba por borrar y deshacerse de archivos con contenido pornográfico infantil que reconoció que descargaba, luego haya desconocido que el mismo programa que le servía para ello también los facilitaba a otros usuarios de la red”. Martínez Vega también valoró que un “íntimo amigo del acusado fue testigo, el día de los allanamientos,  cuando Russo afirmó que ‘había cometido algunas digresiones’, mostrándose como arrepentido”.

Más indicios. Entre las pruebas reunidas, se destaca que entre el 9 de febrero y el 22 de agosto de 2018 el pediatra compartió más de 270 archivos con contenido pornográfico infantil.

Cuatro días antes de que la policía allanara su domicilio en el barrio porteño de Núñez, a las 21.09, “distribuyó un total de siete archivos de video en los que se observan a niñas de corta edad, aproximadamente de entre 8 y 12 años, filmándose ellas mismas en actividades sexuales explícitas o bien exhibiendo sus partes genitales con una clara connotación sexual”.

Además, en las dos computadoras personales que fueron secuestradas en su casa, encontraron un total de 778 fotos y 69 archivos de video “en los que se observa a niñas y niños de entre 6 meses y 12 años en actividades sexuales”.

En el pedido de prisión preventiva, la fiscal Daniela Dupuy –a cargo de la investigación– destacó el hallazgo de fotos de dos nenas desnudas en el Hospital Garrahan, donde el acusado era jefe del sector de Inmunología y Reumatología, y de 39 imágenes que el acusado tomó el año pasado en una playa.

La funcionaria destacó “que el 24 de noviembre de 2015”, en el interior del prestigioso centro de salud de Parque Patricios, Russo “tomó nueve fotos a dos niñas aún no identificadas”. Ese material fue hallado en el operativo del año pasado.

Otro punto que destaca Dupuy es el hallazgo de “39 fotos a niñas de entre 8 y 12 años”, que fueron “tomadas el 8 y 12 de enero de 2018”.    

Lo impactante es que la persona que grabó esas escenas hizo “zoom en las partes genitales de las menores”. El material estaba almacenado en la memoria de una cámara profesional Nikon que también fue secuestrada en el domicilio del médico. Un dato curioso: en el perfil de una de sus cuentas en las redes sociales el acusado se presentaba como fotógrafo aficionado.

La investigación en la que Russo quedó implicado comenzó en febrero de 2018 con el operativo “Luz de Infancia II”, del que participaron 26 países y fue coordinado por Estados Unidos con el objetivo de desbaratar redes de producción y distribución de pornografía infantil.

Un software especial

A partir de un software que utilizaron los investigadores, podría comprobarse si efectivamente el médico tomó imágenes de niños en su consultorio del Hospital Garrahan.

Estos sistemas “copian de manera inalterable la información de cualquier dispositivo y también pueden recuperar archivos borrados”, según explicó a PERFIL Enrique Del Carril, Director del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal  que participó en el operativo realizado este viernes en el centro de salud de Parque Patricios.

Según aclaró, la información aún se está procesando. “No está totalmente confirmado a nivel forense, pero todo parecería indicar que las fotos se hicieron en el Hospital”, agregó Del Carril que forma parte de la causa desde que llegaron las primeras sospechas desde Brasil.