El resultado de la autopsia practicada al cuerpo de la mujer que fue enterrada debajo de un pelotero arrojó un dato estremecedor: la víctima estaba viva cuando su pareja la cubrió con una frazada y la tapó con tierra, a unos 30 centímetros de la superficie. Sonia Escurra, de 25 años, apareció muerta este miércoles en el fondo de su casa de Villa Elisa, en el partido de La Plata. Por el caso está detenido su marido, Oscar Abramo (39), quien tiene antecedentes por violencia de género.
La autopsia confirmó que la mujer fue asesinada hace más de un mes y que tenía “un hematoma en el maxilar izquierdo” y “un corte de tres centímetros en la frente”. Lo que sospecha el fiscal Marcelo Romero, a cargo de la instrucción, es que Abramo “la desmayó de un puñetazo”. Ambas lesiones no son mortales. Según el informe pericial la causa de muerte fue “por síndrome asfíctico por sofocación”. “Escurra murió porque el asesino la enterró viva”, dijo Romero.
La autopsia detalla que “el cuerpo no presenta lesiones contuso cortantes; sólo un corte superficial en la parte superior de la frente de 3 centímetros de longitud y un gran hematoma en la parte izquierda de la cara, a la altura del maxilar, no siendo causales del deceso ni la herida ni el golpe”. Para arribar a una conclusión definitiva sobre las causas de la muerte de Escurra, los peritos remitieron diversas muestras para efectuar peritajes complementarios de patología y toxicología forenses. Abramo fue detenido el miércoles pasado, poco después que la policía descubriera que el cuerpo de su mujer estaba enterrado debajo de un pelotero casero en el que jugaban sus hijos. El acusado tenía antecedentes por violencia de género. No sólo Escurra lo había denunciado el año pasado; lo mismo habían hecho sus parejas anteriores.
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