Un día después de conocerse
el asesinato del consignatario de hacienda,
Horacio Rodríguez Videla, en la correntina ciudad de Goya, se conocieron
nuevos datos sobre el accionar de su verdugo,
Carlos Lerena.
Poco después del mediodía de ayer "se quebró e indicó ante el juez y el fiscal el lugar en el
que estaba oculto parte del cadáver", contó el jefe de la Unidad Regional II de la Policía de
Corrientes,
Héctor Montiel. De acuerdo a la reconstrucción del comisario, el asesino "cortó
los dos brazos, las dos piernas, la cabeza y el torso y
los colocó en bolsas de polietileno con la idea de deshacerse del cuerpo con mayor
facilidad" y arrojarlo al Río Panará, plan que fue desbaratado cuando la policía
llegó a su casa.
Por otra parte, se acreditó que durante el allanamiento en la casa de Lerena se encontraron
los
167 mil pesos que le adeudaba que "había obtenido de una y a través de la hipoteca
de su casa, para saldar la acreencia que tenía por la compra de animales".
Tras el hallazgo, el caso quedó caratulado como homicidio calificado por ensañamiento y alevosía: "Lerena le debía bastante dinero a mi papá, y le fue pagando de a poco. El mismo lo llamó el lunes para decirle que tenía lo último que le tenía que dar, que se iban a encontrar en una escribanía al mediodía", relató Ana Rodríguez Videla, una de sus hijas.