POLICIA
DIARIO PERFIL

La asesina confesa de Garrido podría salir de la cárcel

Por qué Débora Acuña podría ser beneficiada con arresto domiciliario. La indignación de la viuda, Marta Barbieri (foto).

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| Cedoc

Ella estaba embarazada cuando ejecutó al policía Aldo Garrido. Ella tiene 29 años. El uniformado tenía 61. El crimen que cometió ocurrió hace poco más de un mes en un local de ropa de San Isidro. Aquella mañana del martes 17 de febrero, ella entró a robar con su pareja. Pero fue la mujer la que juntó coraje y le sacó el arma reglamentaria a Garrido, mientras él, malherido, forcejeaba con su pareja. Ella no dudó. Y lo remató por la espalda. El era uno de los policías más queridos del lugar, y ella una ladrona inexperta que estaba dando sus primeros pasos en el delito siguiendo los consejos de su marido.

Al cumplirse el primer mes del homicidio del policía, la Justicia dictó la prisión preventiva para Ernesto “El Gordo” Luque y Débora Giselle Acuña, ambos de 29 años, la pareja que está acusada por el crimen. La semana pasada, el Juzgado a cargo del juez de Garantías Rafael Sal Lari dictó la medida en la causa caratulada como “homicidio criminis causa”; e informó a PERFIL que el caso será elevado a juicio en las próximas semanas, debido a que los imputados se declararon culpables apenas fueron detenidos por la Policía.

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No obstante, y por la condición de la mujer, la defensa estaría en condiciones de pedir el beneficio del arresto domiciliario, ya que desde diciembre pasado, luego de que se reformara la ley de la pena privativa de la libertad, las embarazadas pueden gozar de este privilegio. Según la ley, la prisión domiciliaria no se otorga automáticamente sino que es facultad de los jueces autorizarla.

Lea la nota completa en la edición de hoy del Diario Perfil.