POLICIA
Violencia de Género

La Justicia, otra vez en la mira tras un femicidio

Tanto la familia de Micaela, como la de Araceli apuntaron contra los manejos de las autoridades para con los sospechosos de los crímenes.

Araceli Fulles
El hermano de Araceli denunció que la policía "no quiere encontrarla". | Cedoc

Hoy se confirmó lo peor: el cuerpo hallado en lo localidad bonaerense de San Martín era de Araceli Fulles y la lista de femicidios sumó una nueva víctima en Argentina. Hace tres semanas pasaba lo mismo con Micaela García, la joven de Gualeguaychú que también fue asesinada. Ambas desaparecieron el 1 de abril pasado y además de compartir el mismo triste desenlace, dejaron a la Justicia en el centro de las críticas por su gestión plasmada.

Es que el principal sospechoso de matar a Araceli, detenido esta noche tras fugarse de la policía en el día de ayer, estaba declarando ante la Justicia el pasado jueves. Su nombre es Gastón Darío Badaracco. Tiene 29 años y antecedentes penales. Badaracco estaba siendo investigado desde que los familiares de la joven denunciaron su desaparición por una sencilla razón: es la última persona que la vio con vida. En su última declaración como testigo reconoció que estuvo con Araceli la madrugada del 1º de abril y que habían mantenido relaciones sexuales en un camión.

En ese mismo camión, la policía encontró sangre y restos que según la prueba de ADN pertenecían a la joven. Su casa de la calle Cevallos 7365 ya había sido revisada en el marco de esta misma investigación. Ya sea por impericia de los detectives o porque el cuerpo fue ocultado después del operativo, lo cierto es que los policías no encontraron datos de relevancia. Ayer, en un segundo allanamiento, hallaron el cuerpo de Araceli desmembrado.

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El padre de la víctima, Ricardo Fulles, fue muy crítico con el accionar de la fiscal del caso, Graciela López Pereyra. "La fiscal no sabe ni dónde está parada, no supo nunca, ni desde un principio, no tiene idea. La fiscal está peor que yo", manifestó. "Hasta cierto punto estuvimos solos, los que estuvieron fueron los de la DDI", reclamó y agregó que "la fiscal, si tiene un asesino en la mano, no puede mandarlo a tomar mate a la casa". Badaracco, había declarado en dos oportunidades ante la funcionaria.

El rol de la policía. Tres oficiales fueron apartados de las fuerzas de forma preventiva. Dos de ellos por haber estado a cargo de los rastrillajes. Y un tercero por ser hermano de uno de los detenidos en la causa.

Por otro lado, desde la municipalidad de San Martín señalaron que los encargados de los rastrillajes no utilizaron perros, versión negada por completo desde el Ministerio de Seguridad de la provincia.

Un tío de Araceli dijo que "desde un primer momento la fiscal tendría que haber largado los perros y se podría haber evitado esto. El problema es la justicia mal hecha", destacó. 

Caso Micaela. El accionar del juez Carlos Rossi, fue puesto en tela de juicio tras conocerse que había concedido la libertad condicional a Sebastián Wagner, asesino de Micaela García, condenado a nueve años de prisión por dos violaciones. Curiosamente, después de recibir fuertes críticas, el magistrado decidió tomarse licencia acusando "depresión".

Además, los antecedentes de Rossi no eran los mejores. Según denunció una periodista de Gualeguaychú, le habría permitido visitas conyugales a un violador que terminó asesinando a su pareja en la cárcel.