POLICIA

Las nuevas pruebas de ADN que pueden esclarecer el crimen de Candela

Aparecieron rastros en una camioneta en la que se habría realizado el secuestro. La hipótesis de la venganza entre piratas del asfalto.

Carola Labrador, madre de Candela Sol Rodríguez.
| DyN

El registro de ADN de uno de los imputados hallado en una taza de plástico, una lapicera y en las llaves de unas esposas, puede resultar clave para el esclarecimiento del crimen de Candela Sol Rodríguez.

El viernes, la Sala IV de Casación bonaerense habilitó la detención de dos de los principales acusados por el crimen de Candela Sol Rodríguez. Se trata de Leonardo Jara y Hugo Bermudez. La nulidad de las libertades ocurre luego de que el fiscal Mario Ferrario había solicitado la elevación a juicio de Jara y Bermudez junto a Fabián Gómez, Néstor Altamirano y Gladys Cabrera en enero pasado.

En la investigación de Ferrario, que suplantó a Marcelo Tavolaro, fueron claves el hallazgo de ADN en una camioneta en la que presuntamente habrían secuestrado a Candela y en una taza de plástico que los investigadores secuestraron de la casa de la ex mujer de Jara. Se trata de nuevas pruebas incorporadas a la causa. 

Ferrario cree Candela fue secuestrada en una Ford Ecosport de color negra que fue avistada por un matrimonio el día que la menor desapareció de la esquina de su casa, el 22 de agosto de 2011. Según el testimonio de la pareja, que reconoció el vehículo en una filmación de una cámara de seguridad de la municipalidad de Hurlingham, observaron a la Ecosport circulando a gran velocidad, por la calle Villaroel, cerca de las 15.30. En su testimonio dijeron que escucharon gritos provenir de la camioneta y pudieron divisar a tres hombres.

Una camioneta de similares características fue secuestrada durante un allanamiento realizado en la casa de “Gordo Juan”, un hombre que sería parte de la presunta banda de piratas del asfalto integrada también por Alfredo Rodríguez, padre de Candela, Goméz Jara y Bermudez.

En ese vehículo, se encontró ADN de Bermudez en una lapicera verde y en unas llaves de esposas guardadas en la guantera. Al mismo tiempo, un testigo de identidad reservada aseguró que Jara solía conducir la camioneta.

Para el fiscal, el registro genético demuestra que Jara y Bermudez mintieron en sus indagatorias cuando afirmaron que no se conocían. Al mismo tiempo, el registro genético de Bermudez fue hallado en una taza de plástico en la vivienda de la ex mujer de Jara.

“Fue una venganza en contra de Alfredo Omar Rodríguez, padre de la menor, por parte de una organización que se dedicaba al robo de mercadería del asfalto, a la que el padre pertenecía”, estableció como móvil del crimen Ferrario en su pedido de elevación a juicio. 

 

(*) Especial para Perfil.com