POLICIA
Atentado explosivo

Libro bomba: salvan dedo del directivo de Nestlé

El gerente de Informática de multinacional resultó ayer herido al estallar un artefacto explosivo en sus manos. Luego de una extensa operación , se recupera favorablemente. Investigan motivos del ataque.

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| Cedoc

El directivo de la empresa Nestlé que ayer resultó herido cuando abrió un libro explosivo se repone en una sala común tras una extensa operación a la que fue sometido en una clínica privada, durante la cual los médicos le salvaron la falange del dedo afectado.

El gerente de Comunicaciones de la empresa multinacional, Hugo Cucarese, aseguró hoy que el gerente de Informática, Cosme Venecialle, "superó el problema que tenía en uno de sus dedos. Está en una habitación común, con su familia, lúcido, pero lo principal es que no ha perdido su dedo".

Cucarese afirmó que desconoce los motivos del ataque con la "carta bomba" y dijo que "la principal preocupación es la recuperación de nuestro colega".

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El gerente de Comunicaciones descartó en principio que el libro explosivo haya sido "un atentado contra la empresa".

"No tenemos ningún antecedente, ni ninguna presunción puntual de que pudiera producirse un atentado, con lo cual estamos sorprendidos e impactados con lo que le sucedió a nuestro colega", dijo.

Sorpresa explosiva. La explosión se produjo minutos antes de las once en el primer piso de la firma, ubicada en la avenida Del Libertador 1855, en Vicente López, cuando Venecialle, de 47 años, abrió un libro que uno de sus compañeros de trabajo le había dejado sobre su escritorio.

Venecialle no era el destinatario original de la correspondencia, sino que estaba dirigida a Cristian Antonello, segundo jefe del mismo departamento para el cual trabajaba la víctima.

Antonello la recibió ayer luego de que un motoquero la entregara en la firma en un sobre blanco que tenía dos etiquetas: una con la inscripción "Oxford University Press" y otra con el nombre del ejecutivo.

La explosión fue de gran magnitud, ya que la bomba dejó un agujero de 20 por 20 centímetros en el escritorio y rompió una silla.

Además, hizo desprender alguna placas de durlock del techo y dejó grandes manchas en las paredes que fueron recogidas con hisopos por los peritos para determinar qué explosivo se utilizó.

Lo que se pudo comprobar es que el dispositivo era de tipo casero y estaba armado con una batería de nueve voltios y alambres.

El caso es investigado por personal de la DDI de San Isidro y por el fiscal John Broyad, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Vicente López Este.

Fuente: Télam