POLICIA

Los acusados del secuestro de Marita Verón sugieren que se fue por su propia voluntad

<p>El abogado de una de las imputadas sorprendió a todos con la hipótesis. Para él, Marita se escapó de su familia para ejercer la prostitución.</p>

La hipótesis de la defensa desconcertó a todos.
| Télam.

En lo que se avecina como el final del juicio sobre el secuestro y la desaparición de Marita Verón, el abogado Hernán Molina, defensor de Daniela Milheim, Alejandro González y Juan Derobertis planteó ante el tribunal una rara hipótesis: María de los Ángeles Verón habría desaparecido por propia voluntad para irse a ejercer la prostitución. Con ese argumento, el letrado solicitó la absolución de culpa y cargo de sus clientes, que están acusados de haberla mantenida secuestrada y obligado a prostituirse en burdeles de Tucumán y La Rioja. La medida fue acompañada también por un pedido de detención para Patricia Soria, José Medina y Adrian Catalán, sospechados por el letrado de haberla introducida en el negocio del sexo.

La hipótesis, que para los que habitualmente siguen el juicio sonó a descabellada e irracional, tendría según dijo Molina sustento si se analiza el entrecruzamiento de llamadas telefónicas realizadas entre la casa de Marita Verón y los proxenetas José Medina, Marchissio y la enfermera Patricia Soria, a quien Susana Trimarco calificó como la entregadora : “Aquí hay varios que tienen los ojos vendados para profundizar sobre el tema”, sostuvo el letrado, al tiempo que invitó al tribunal a que reabra la causa para que su hipótesis sea investigada.

"Marita se fue con su cuñado". El alegato de Molina -que por momentos se volvió ensordecedor por sus propios gritos-, apuntó también a cargar las tintas sobre Adrián Guillermo Catalán, cuñado de Verón, al que sindicó como el presunto responsable de su desaparición. En un discurso bastante desordenado, trató de endilgarle una supuesta relación amorosa, remarcando el testimonio de la exesposa de Catalán, que dijo que como consecuencia de la causa se había separado.

El defensor de Milheim, González y Derobertis se quejó también que en el transcurso de la investigación no se haya profundizado más en el entorno familiar y redobló su apuesta al señalar que del entrecruzamiento de llamadas surge que Adrián Catalán y Marita Verón hablaban telefónicamente con los proxenetas Medina y Marchisio.

Daniela Milheim, la benefactora. Durante el alegato, Molina trató de mostrar a Daniela Milheim, acusada de mantener en cautiverio a Marita Verón, como una mujer de gran corazón, dispuesta a ayudar a jóvenes de escasos recursos ocupándolas como niñeras. Y al referirse al testimonio de Fátima M, en el que se basó la querella y la fiscalía para sostener la acusación, dijo que su defendida lo único que hizo con ella fue protegerla de las golpizas de su madre y del abuso de un tío, por lo que solicitó que a la hora de dictar sentencia se la procese por falso testimonio.

Al momento de profundizar sobre los sufrimientos padecidas por Daniela Milheim, recordó que a los 16 años comenzó a ser explotada sexualmente por su ex pareja Rubén La Chancha Ale, primero en Tucumán y posteriormente en Catamarca, hasta que se independizó y continuó trabajando en los prostíbulos de La Rioja: “No tengan dudas que mi clienta, bien podría ser una representante de la Fundación Marita Verón”.

Finalmente Molina apuntó los cañones a los medios de comunicación, que según dijo dieron una versión parcializada de los hechos y criticó con dureza a Susana Trimarco, que según dijo utilizó a Soledad Sylveira y a su nieta Micaela en el spot contra de la trata de personas para que se condene a sus defendidos.

 

(*) Especial para Perfil.com