"Te contaban todo, así me enteré de una casa que estaban haciendo, no me acuerdo quién me lo cuenta, que estaban haciendo un sistema de frío para guardar plata y ésta tiene ese sistema de frío, porque si no la plata se pudre. Dijeron que era de una manzana y se llamaba La Ponderosa". Se trata de una especie de bóveda en la que Los Monos pensaban atesorar el dinero obtenido de la venta de droga. El testimonio figura en la megacausa investigada por el juez Juan Carlos Vienna y el fiscal Guillermo Camporini y que persigue terminar con el poderío del clan Cantero en Rosario.
El testigo se refiere a una vivienda que, según la Subsecretaría de Delitos Económicos de la Secretaría de Prevención e Investigación de Delitos Complejos de Santa Fe, figura a nombre de Silvana Jésica Gorosito, la mujer de Ramón Ezequiel “Monchi” Machuca, el hermanastro de Ariel y Claudio Cantero. El primero de ellos, apodado “Guille”, está en prisión desde junio del año pasado por el asesinato de Martín “el Fantasma” Paz, ejecutado en el año 2012. Claudio, alias “Pájaro”, fue acribillado en mayo de 2013. El único que logró escapar fue Monchi, prófugo junto a su padre, Ariel Cantero.
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Gorosito, de 27 años, está procesada por asociación ilícita y encubrimiento agravado.
El fiscal del caso cree que “prestó su nombre en calidad de testaferro” al grupo liderado por el clan Cantero, al igual que otras mujeres de la banda de Los Monos. Incluso, otro testigo mencionó que la pareja de Machuca “supervisaba” el avance de la obra. Sobre el prófugo, una persona allegada al clan aseguró: “El Monchi siempre fue el más ambicioso, siempre fue por más“.
Los informantes le adjudican al hermanastro de los Cantero “un Citroën DS3 negro, un Audi A3 azul, un Audi TT blanco, un Volkswagen Fox negro y un Peugeot 207 GTI negro”. Cuando la familia lo adoptó, Machuca era “un chico de la calle”, cuenta un testigo de identidad reservada en la causa.
La casa fue construida sobre tres terrenos de la calle Hilarión de la Quintana al 1100 y fue pensada a la manera de un búnker: una fuente de la causa reveló a PERFIL que, además de la cámara donde pensaban depositar el dinero producto del narcotráfico, cuenta con varias cocheras y una pileta que puede verse a través de la reja. Sin embargo, no es fácil acercarse ya que está fuertemente custodiada.
La Ponderosa es una de las viviendas adjudicadas por la Justicia a la banda de narcos rosarina y tenía un fin específico: almacenar entre 300 y 500 mil pesos diarios del negocio de la cocaína.
Fuentes policiales indicaron a PERFIL que Los Monos se dedican al comercio interno y no al envío de droga al exterior, una actividad que les resulta lucrativa con un promedio de 12 millones de pesos por mes. Creen que la recaudación puede perderse por “la humedad y la calidad del papel” de la moneda argentina, indicó una fuente ligada al clan.
El crecimiento exponencial del clan que domina el sur de Rosario es evidente: “Los Cantero siempre estuvieron en el tema del robo de los caballos, incluso gente de antes les dice ‘cuatreros’, y el Pájaro robaba por la zona de Circunvalación y Rivarola”; en un principio, el negocio de los Cantero no había sido la droga, “sino la protección de otros narcos”, según narra un hombre en el expediente al que tuvo acceso este diario.
La propiedad está ubicada en el Barrio Saladillo, una zona residencial del sur de Rosario cercana a La Granada, el lugar donde nacieron y crecieron Los Monos.
Allegados a la banda narco confirmaron que se preparaba en una habitación una especie de bóveda, aunque consideraron “exagerado” hablar de un sistema de frío, sino que hablan de un cuarto ambientado con aire acondicionado para resguardar los billetes.
La familia es de temer. A fines de enero, “simpatizantes” del líder asesinado agredieron con disparos al aire y piedrazos a periodistas de un canal local que intentaban hacer una nota sobre el mural que recuerda al Pájaro Cantero en el barrio La Granada. Todo indica que, pese al golpe de la causa judicial, Los Monos aún conservan el mando del imperio narco de Rosario.
Pesos de baja calidad
La banda de Los Monos recauda entre 300 y 500 mil pesos diarios, según revelaron fuentes allegadas a ella. Tanta cantidad de billetes comenzó a ser una preocupación para los miembros de la organización narco. La compra de electrodomésticos de lujo, propiedades y vehículos de alta gama ya no fue suficiente, por lo que planearon construir una bóveda refrigerada para mantener el dinero en buenas condiciones.
PERFIL consultó a un especialista sobre el temor de los rosarinos. “El papel moneda argentino se deteriora con velocidad”, indicó la fuente. “El papel moneda argentino circula muy rápido debido a la inflación. El valor del billete de 100 pesos es muy bajo en relación con el dólar, por eso circula mucho”, agregó. “Pese a que el papel utilizado es el estándar, la vida útil de un billete de 2 pesos es de unos seis meses”, destacó.
