POLICIA
luego de buscarlo cinco aos, aparecio el cuerpo

Luciano Arruga fue enterrado como NN en un cementerio

Lo identificaron gracias a un cotejo de huellas dactilares. Aseguran que murió en un accidente, tres horas después de su desaparición.

Reclamo. La madre y la hermana de Luciano, junto a Horacio Verbitsky, dijeron que ni para la familia ni para el CELS cierra el caso.
| Néstor Grassi

Tras cinco años y ocho meses de búsqueda, apareció muerto Luciano Arruga. Su cuerpo estaba enterrado en el cementerio de Chacarita como NN y, según quedó registrado en una causa de la Justicia porteña, el adolescente de 16 años murió atropellado por un auto el 1º de febrero de 2009, unas tres horas después de su desaparición, en la General Paz a la altura de Emilio Castro.

Arruga fue identificado mediante un cotejo de huellas dactilares entre las muestras que habían sido tomadas en la comisaría de Lomas del Mirador, donde Arruga fue secuestrado y golpeado antes de su desaparición, y las de cuerpos sin identificar del banco de huellas de la Policía Federal.
Fuentes judiciales informaron a PERFIL que el resultado de la pericia llegó la madrugada del viernes a la Justicia Federal de Morón. Ahora, es probable que el cuerpo sea exhumado para confirmar con nuevos estudios su identidad y la causa de muerte.

El expediente del accidente de tránsito en el que habría muerto el chico de 16 años tramitó en el Juzgado de Instrucción porteño Nº 16, a cargo de Laura Bruniard. Según figura en la causa, Arruga habría sido atropellado cuando intentaba cruzar la avenida General Paz, a la altura de Emilio Castro, donde fue asistido por una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) y trasladado al hospital Santojanni, en cuya morgue, según fuentes judiciales, permaneció el cuerpo por unos tres meses. En el marco de esa causa se le realizó una autopsia que habría determinado que murió por el impacto del auto. Arruga sufrió lesiones en la cabeza, el brazo, el torso y un tobillo. En tanto, el conductor del vehículo fue sobreseído a pedido de la fiscal Marcela Sánchez.

“Como nadie reclamó el cuerpo, fue enterrado en mayo como NN en el cementerio de Chacarita”, indicaron fuentes de la causa a cargo del juez federal de Morón Juan Pablo Salas y el fiscal Sebastián Basso, que investigan la desaparición.

La noticia del hallazgo fue confirmada por el periodista Horacio Verbitsky, titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en una conferencia de prensa en la que participaron los familiares de la víctima y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza.
Si bien la búsqueda llegó a su fin, aún quedan varios interrogantes pendientes. “Hubo desidia absoluta del Estado para llegar a la información que hoy tenemos, que es insatisfactoria. Ni para la familia ni para el CELS cierra el caso”, dijo Verbitsky a la prensa.

“La aparición del cuerpo marca el inicio de la verdad y de las responsabilidades implicadas en su desaparición”, agregó el periodista. “Según la constancia de la causa, la misma noche de su desaparición Luciano fue atropellado por un auto en General Paz y Emilio Castro. En ese lugar hay un destacamento de la Policía. El que tiene que cruzar para el otro lado no cruza por ahí. Esto va a ser motivo de investigación para el juez federal Salas, que ha sido el primer juez que ha actuado a la altura de un magistrado, que tomó una serie de medidas que nadie tomó antes”, destacó.

“Hay interrogantes que siguen pendientes y que de ninguna manera cambian los hechos, como la tortura que escuchó la hermana en la comisaría y la extorsión que la policía actuaba sobre este chico y tantos otros varones de los barrios populares, a quienes amenazaban para que robaran para ellos”, señaló el titular del CELS.

“Su familia fue ese día al hospital. ¿Por qué en el Santojanni no le dieron ninguna explicación?”, dijo, y aclaró: “Hubo y sigue habiendo sospechas sobre la Bonaerense”. “A él lo atropellaron del lado de Capital, muy cerca de donde lo vieron por última vez. Esto requiere de una explicación que nosotros vamos a tratar de darle a la familia y a la sociedad. Esto demuestra la discriminación institucional sobre las familias pobres de jóvenes varones. Esto no hubiera sucedido si la víctima era de clase media porteña”, señaló.

 

“Los pobres tenemos derechos”

“Vencimos. Mi objetivo era encontrar a mi hermano y lo encontré”, aseguró Vanesa Orieta, hermana de Arruga, en la conferencia de prensa.
“Se venció a la desidia, la impunidad y la mirada discriminante y criminalizante de los jóvenes”, continuó mientras su mirada reflejaba una mezcla de bronca y dolor.

“Encontré a mi hermano y ahora podemos descansar”, anunció Vanesa, y solicitó “respeto hacia la familia” porque “todavía tenemos que procesar la noticia” que conocieron a las 15 de ayer.

Mónica Alegre, mamá de la víctima, prefirió no hablar. Se la vio conmocionada por la noticia y hasta tuvo que abandonar la conferencia de prensa porque debió ser asistida por una descompensación. “Estuvimos cinco años y ocho meses pidiendo que se busque a Luciano y lo logramos con la aceptación de un hábeas corpus que pudo dar con el cuerpo de un pibe enterrado como NN. Nosotros vamos a seguir investigando. Los pobres
tenemos derechos”.