POLICIA
en febrero llegan los primeros detenidos

Más de 300 guardias entrenan para la primera cárcel juvenil

La Unidad Nº 57 de Campana es única en Sudamérica. Alojará solo a acusados por robo o hurto que tengan entre 18 y 21 años.

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marchando. Los penitenciarios iniciaron la etapa de especialización en estrategias asistenciales. | Gentileza SPB.

La cárcel juvenil de Campana, la primera de Sudamérica que alojará a delincuentes de 18 a 21 años, se prepara para recibir a los primeros presos. Los 259 guardias penitenciarios que fueron asignados a la Unidad Nº 57 –a los que se sumarán 59 oficiales recién egresados– iniciaron la etapa de especialización en estrategias asistenciales y tratamentales.

Según fuentes penitenciarias, los agentes están siendo capacitados específicamente en el marco del Programa Integral de Asistencia y Tratamiento para Jóvenes Adultos (Piatja) en Derechos Humanos en contexto de encierro, justicia restaurativa, juventud y delito, consumos problemáticos y violencia, y en salud mental.

Además, los funcionarios reciben academias a cargo de los titulares de las distintas secciones del penal y participan de actividades de educación física, según señalaron fuentes penitenciarias a PERFIL.

La cárcel juvenil de Campana tendrá capacidad para alojar a 616 internos en cuatro módulos de seis pabellones cada uno.

En este penal estarán solo jóvenes adultos con penas menores a cinco años, detenidos por delitos relacionados con el robo, hurto o encubrimiento, y que firmen un acta de conformidad para ingresar al programa.

De acuerdo a las fuentes, los internos tienen que respetar pautas de convivencia relacionadas con la no violencia, el no consumo de sustancias prohibidas, higiene y mantenimiento de las instalaciones. Si no cumplen lo pactado serán trasladados automáticamente a otra unidad penitenciaria.

Al respecto, el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, dice a PERFIL que “esta unidad penitenciaria pondrá foco en la plena ocupación de sus residentes con un abordaje asistencial intensivo”.
Los presos están obligados a asistir regularmente a las actividades educativas y laborales dentro del penal.

En las cárceles dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) se encuentran privados de libertad 3.402 internos jóvenes adultos, de los cuales un 6% tienen 18 años, 18% 19 años, 33% 20 años y un 43%  21 años.

La Unidad 57 está preparada para ofrecer a los internos educación, talleres de trabajo, actividad deportiva y tratamiento en adicciones y en educación sexual y reproductiva. En este penal los detenidos podrán jugar al fútbol, básquet, vóley, boxeo, ajedrez y rugby, y realizar prácticas de yoga y meditación.

Además, un equipo dependiente de la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria coordinará los dispositivos de atención grupal e individual de los internos que sufran adicciones a las drogas.

“El engranaje terapéutico tendrá una intervención psicofarmacológica con una concepción de asistencia grupal e individual, y desde el departamento de Adicciones establecerán de acuerdo al estado del joven, cuáles serán las ofertas laborales y culturales más apropiadas”, señaló uno de los voceros consultados.

La última cárcel que se construyó en la provincia de Buenos Aires es la de Alvear (2000), donde curiosamente se produjo la fuga más escandalosa de los últimos años.