POLICIA
una denuncia y muchas dudas

Moreno: careo entre la vicedirectora y la mamá de un alumno

La directiva de la escuela donde daba clases la maestra que aseguró haber sido raptada está imputada por falso testimonio. Esta semana deberá presentarse ante la Justicia.

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En la mira. La maestra (izquierda) que denunció el rapto y la vice (derecha) imputada por falsa denuncia. | cedoc

María Fuentes, la vicedirectora del Centro Educativo Complementario 901 de Moreno, será citada a una audiencia para explicar su denuncia sobre una supuesta amenaza telefónica que la investigación del fiscal Leandro Ventricelli descartó, en el marco de la causa por el secuestro y torturas de la docente Corina de Bonis.

Fuentes fue imputada por falso testimonio y esta semana será careada con la autora de la llamada. Se trata de una madre de alumnos, quien negó haber realizado una amenaza, pero sí confirmó haberse comunicado con el Centro Educativo para saber si ese día el servicio de comedor estaba disponible.

La vicedirectora había denunciado ante el titular de la UFI Nº 1 de Moreno que el 21 de septiembre sonó el teléfono dos veces en la escuela. En la primera oportunidad, dijo que atendió y que una voz masculina ordenó: “Corten con todo”; luego, de forma consecutiva, volvió a sonar el aparato. En esa oportunidad, una mujer le preguntó si “iba a haber viandas” y, ante la respuesta afirmativa, cortaron.

Fuentes interpretó las llamadas como amenazas, pero el número desde el que se hicieron pertenece a un hombre de más de 70 años. Es un teléfono de línea. Una de sus hijas admitió que llamó dos veces al colegio para saber si sus hijos almorzarían ese día allí. La primera vez, cortó porque no se escuchaba, la segunda vez, habló con la vicedirectora.

Según relató, la madre depende de esa comida diaria para dar de comer a sus hijos, por lo que no tendría ningún interés en que dejen de brindar las viandas.

En tanto, las inconsistencias en el relato de De Bonis se siguen sumando en el expediente del caso que ya lleva siete cuerpos, con 1.400 fojas, 150 entrevistados, 60 testimoniales y el análisis de las imágenes de 15 cámaras de seguridad.

Una pericia de mejoramiento de imagen de una de las cámaras, realizada por la Policía Federal Argentina (PFA), muestra a la docente caminando en la calle en que, según declaró, la arrojaron del auto en el que fue secuestrada. En ese registro se comprueba que no tiene el raspón en el rostro que atribuye al momento del golpe.

Por esta y otras contradicciones que sugieren que el secuestro, al menos, no ocurrió en el lugar ni el tiempo en que De Bonis denunció, el fiscal espera el dictamen de los peritos psicológicos que examinaron a la víctima.

En ese sentido, los investigadores buscan conocer si hay algún impedimento que le permita a la docente dar un relato verídico. “Tiene lesiones y hematomas. No hay dudas de que algo sucedió”, indicaron fuentes del caso a PERFIL.

Los datos que no cierran

  • La versión de Corina de Bonis no cierra. Entre las inconsistencias de su relato destaca un dato clave: el resultado de un peritaje realizado por la Policía Federal.
  • El informe indica que la mujer no tiene el raspón en el rostro que atribuye al momento del golpe. A esa conclusión llegan después de un mejoramiento de las imágenes de cámaras de seguridad instaladas en la zona donde supuestamente la docente asegura haber sido secuestrada.
  • La maestra dice que la obligaron a subir a un “auto viejo de color bordó”, pero curiosamente ese tipo de vehículo que describe no aparece en los registros fílmicos a la hora en la que, según afirma, la raptaron.
  • La que sí aparece en los videos es la denunciante. Pero nada indica una situación de riesgo: se la ve caminando por dos lugares distintos en el rango de tiempo en el que supuestamente la capturaron.
  • Otro peritaje concluye que los cortes que presentaba De Bonis en el abdomen habrían sido realizados en una posición diferente a la que la mujer señaló en su declaración testimonial.