POLICIA
caos y muerte en tigre

Tragedia en el Delta: Federico Storani denuncia una “zona liberada”

Hace dos años perdió a su hijo en un accidente de lanchas similar al ocurrido la semana pasada. “El descontrol es total”, asegura.

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María De Los Ángeles Bruzzone y Manuel Storani. Fallecieron en un choque en el río Luján, el 31 de marzo de 2016. | CEDOC

A dos años del impacto, Federico Storani revive la pesadilla: un choque de lanchas y una víctima fatal. Solo que esta vez no es su hijo de 14 años, ni su ex esposa. Esta vez es Tamara Suetta, una joven de 25 años que navegaba junto a sus padres cuando, al igual que en el caso de Manuel Storani, una embarcación los sorprendió y golpeó su lancha. Los tres murieron de forma instantánea, a causa de los traumatismos provocados por el impacto.

El abogado Manuel Beccar Varela, detrás del timón de Bicuña, la lancha que mató a Tamara, tenía 0,85 gramos de alcohol en sangre, cuando lo permitido es de 0,5 (ver aparte). Federico Storani sostiene que el responsable de la muerte de su hijo también estaba intoxicado. Se trata de Pablo Torres Lacal, un reconocido decorador de interiores que, al igual que Beccar Varela, nunca estuvo detenido.

De las fatalidades ocurridas en el Delta (un mes atrás, un chico cayó de un catamarán y murió ahogado en el río), la de Suetta es la que mayor similitud guarda con el caso del hijo adolescente del dirigente radical.

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“Con todo esto que pasó, el caso de Manuel cobra muchísima actualidad”, reconoce a PERFIL el ex diputado nacional y ministro del Interior. “El Delta es una zona liberada. Muchas embarcaciones navegan con irregularidades y hay pago de protección y coimas. El descontrol es total”, asegura Storani, quien pasó el fin de semana largo en Tierra de Fuego con motivo de la vigilia que se realizará en esa provincia de los ex combatientes de Malvinas.

Tomó 72 horas encontrar el cuerpo de Manuel en el río tras el choque.

“Mientras buscábamos desesperadamente a Manuel, ellos se dedicaban a encubrir”, dice a este diario el vicepresidente de la Unión Cívica Radical (UCR), quien asegura que tiene pruebas y quiere mostrarlas.

Intentará, en los próximos días y con el resultado de pericias, cambiar la carátula de la causa de homicidio culposo agravado a homicidio con dolo eventual.

En un primer momento intentaron responsabilizar a la pareja de Angeles (Bruzzone, su ex mujer y madre del chico), pero está acreditado el exceso de velocidad a la que navegaba Torres Lacal. No hay otro responsable”, indicó.

La fuerza del impacto del Shark II provocó tres fracturas en el cuerpo de Manuel, quien murió de forma instantánea. “Su mamá explotó por dentro”, detalló el radical para dar cuenta de la impericia y la negligencia del imputado. “Navegaba en zigzag y con una velocidad inusitada. Hay una cadena de responsabilidades importante que permitió que sucediera el accidente. Una persona que los había cruzado les había advertido que iban a matar a alguien”, enfatizó.

La embarcación al mando de Beccar Varela dobló “muy cerrado e invadió el margen contrario de navegación”. Pese a que Angel Suetta, el padre de Tamara, intentó evitar el impacto, no lo logró. Su lancha, bautizada como Correcaminos, se hundió al instante. El y su mujer, Elena Fontini, gravemente heridos, fueron auxiliados por los tripulantes de Bicuña. En las últimas horas recibirían el alta. Su estado no les permitió declarar, mientras que el abogado se negó a hacerlo.

“Ambos pacientes están con alta clínica. La madre de la chica fallecida tiene una fractura de clavícula, y el padre registra una fractura en la vértebra C2, por la que está siendo evaluado para determinar si puede egresar del hospital, obviamente con un cuello inmovilizador. Ya fueron informados del deceso de su hija, y reciben contención psicológica dentro del establecimiento”, aseguraron desde el hospital.

La lancha de Lucas Sorrentini, pareja de Bruzzone, Mad II, fue alcanzada por la de Torres Lacal en el canal Vinculación.

El choque en el que murió Tamara ocurrió cerca de las 20 del viernes 23 de marzo pasado, sobre el río Carapachay al 300, a la altura del Delta de Tigre.

Beccar Varela podría recibir cinco años de cárcel

El abogado Manuel Beccar Varela podría ser condenado a cinco años de prisión por el delito de homicidio culposo agravado y lesiones graves.

Según lo determinaron las pericias, el abogado, de 46 años, tenía más alcohol en sangre que lo permitido, por lo que ese resultado agrava su situación procesal.

La fiscalía a cargo de la investigación espera para la semana próxima los resultados de las pericias que determinarán la velocidad de las lanchas y también el informe que indicará si la lancha en la que iba la víctima fatal tenía las luces encendidas. El análisis que le realizó Prefectura Naval indicó que Beccar Varela tenía 0,85 gramos de alcohol por cada litro de sangre, cuando lo permitido es de 0,5.

Una historia sin fin

Antes de las tragedias de Tamara Suetta y Manuel Storani ocurrió la de Tatiana Mac Dougall, una nena de 2 años que murió por un fuerte golpe en la cabeza, días después de que un yate partiera en dos la canoa en la que navegaba junto a su mamá, Lorena Rojas, de 26 años, su hermana Daiana, de 4, y su prima Vanina, de 11 años, respectivamente.

Algo similar le ocurrió a Víctor Hugo Zavala el 8 de abril de 2015. El isleño murió cuando una lancha le pasó por encima a su canoa, cuando se dirigía al centro de Tigre a comprarle un regalo a una de sus nietas.

El hombre murió ahogado y su mujer resultó gravemente herida, pero sobrevivió y reclama justicia.

Los dos timoneles de las embarcaciones que destrozaron las canoas, Santiago Serantes y Eduardo “Pacha” Cantón, permanecieron libres, imputados por el delito de homicidio culposo.