Su esposa lo esperaba a cenar, pero anoche,
el contador Domingo César Maidana no volvió a dormir a su casa de Temperley. A la
mañana siguiente, cuando la mujer quiso saber dónde estaba su marido, se enteró de una noticia
macabra: el hombre, de 52 años, se suicidó entre las dos y tres la madrugada, después de
descerrajarle un tiro en la cabeza a su amante, de 23, en un departamento en pleno barrio de
Recoleta.
La víctima es Alicia González, una bella joven paraguaya, 29 años menor que Maidana, que
vivía en el 1er piso de Junín 1349, en donde termina la calle French. Maidana la visitaba muy a
menudo, a bordo de su flamante Alfa Romeo rojo.
Distintas personas que viven o trabajan en la zona, señalaron a
perfil.com que
en el lugar "funcionaba un privado", es decir un departamento donde se ofrecen
servicios de prostitución. Otros, aseguraron que
el contador era quien pagaba el alquiler de su amante. Algunos vecinos indicaron
que
Maidana quiso convencer a González de que abandone su oficio. Ante la negativa de
la muchacha a dejar a sus otros clientes, habría tomado la dramática determinación.
A las 3.30, un llamado anónimo avisó a la Policía Federal que se habían escuchado dos tiros.
Raudamente, acudió al lugar personal de la Comisaría 17, a cargo del subcomisario
José Pedro Potocar, quien en conversación con este medio destacó que "no se puede
descartar ninguna hipótesis", aunque confirmó que se trato de un homicidio, seguido por un
suicidio, descartando una versión que indicaba que una tercera persona podría haber sido quien
disparó contra la pareja. "Estaba cerrado con tres llaves y aparentemente no ingresó ninguna otra
persona", afirmó. Consultado sobre la profesión de la joven asesinada, el jefe policial dijo que se
trata de "
un hecho de la esfera privada".
La Policía encontró los cuerpos en la cama del pequeño departamento donde la chica vivía
desde enero. El contador se encontraba vestido, con un revolver calibre 6.25 en la mano derecha.
Con el brazo izquierdo, abrazaba a la muchacha, que estaba semi desnuda, en ropa interior, con la
cabeza destrozada por el impacto que ingresó por el parietal izquierdo. Luego de matarla, sin que
ella se resista, se suicidó, pegándose un tiro en el parietal derecho.
La mujer del hombre tuvo que presentarse en el departamento para reconocer el cadáver. Luego,
declaró ante la Policía, acompañada por sus dos hijos. Testigos que la vieron salir del edificio,
afirmaron que "llamativamente, pese a la situación, se la veía muy entera".