POLICIA

Un especialista en piratería del asfalto afirma que "es un típico caso de ajuste de cuentas"

Gabriel Lezzi, abogado y miembro de la Mesa Interempresarial de Trabajo sobre Piratería de Camiones, cree que los vínculos criminales del padre de Candela son clave en el caso. Cómo operan las bandas.

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El padre condenado por integrar una banda de piratas del asfalto. El llamado extorsivo que reclamaba "hasta que no devuelva la guita, no la van a encontrar". Las informaciones más recientes de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años que apareció asesinada en Villa Tesei tras permanecer nueve días secuestrada, indican que se trató de un "ajuste de cuentas".

Al menos eso cree Gabriel Lezzi, abogado y miembro de la Mesa Interempresarial de Trabajo sobre Piratería de Camiones, quien sostiene que la relación de Alfredo Rodríguez, padre de Candela, con bandas de piratas del asfalto es la clave del crimen.

"Las bandas de piratas del asfalto están bien organizadas son profesionales, con estructura celular y códigos de conducta, no son delincuentes ocasionales", define Lezzi en diálogo con Perfil.com. Y agrega que "no es un delito que conlleve sangre por lo general, es raro, desde 2008 no ha habido ningun chofer asesinado".

Por ejemplo: en el resonante caso del camión de caudales asaltado en noviembre pasado, las víctimas fueron dos policías que intentaron impedir el robo. "Fue un caso raro, a ellos no les interesa la sangre ni la prensa", complementa el abogado.

Modus Operandi. La Mesa Interempresarial de Trabajo que integra Lezzi desde 2008, presentó hace días su tercer informe, que consigna que hubo 1303 casos con esta modalidad delictiva entre agosto de 2010 y julio de 2011, contra 1400 del año anterior. La mayoría, el 65%, ocurre en el Gran Buenos Aires, un 24% en la Ciudad de Buenos Aires y el 11% en el interior.

"Trabajan con un cerebro, choferes y gatilleros", explica Lezzi a Perfil.com. "Al chofer del camión lo trasladan junto a los custodios y después los dejan, a veces hasta les dan plata para que se tomen un remís", detalla.

En los últimos años, las empresas incorporaron seguridad física y monitoreo satelital en la carga y en el chasis. Los piratas también se aggiornaron: usan un inhibidor de señal que bloquea los satélites y las líneas de celulares. "Para la empresa, el camión desaparece del mapa", dice Lezzi.

Ajuste de cuentas. Las venganzas entre piratas del asfalto no son raras: hubo unos 20 casos en los últimos tres años. "No es habitual, pero es común", afirma Lezzi. Pero el crimen suele ser entre adultos integrantes de las bandas, no contra sus familiares como en el caso de Candela, agrega.

"Es un mensaje interno a la gente que se aleja, y una forma de marcar la cancha. Como diciendo: 'muchachos, si entran a este juego tienen que manejarse con los codigos del equipo, o no van a tener un final feliz'", asegura el abogado. El unico caso similar al de Candela que recuerda es el de Marela, una niña de 9 años secuestrada y asesinada en 2003, también sindicado como ajuste de cuentas.

Lezzi cree que el llamado extorsivo a la madre de Candela es clave, y opina que "tiene que haber habido una serie de llamados anteriores" que la familia no reveló. "Sin duda el que llamó es un delincuente, la forma de hablar es la típica de cualquier secuestro extorsivo, un llamado corto, intimidante, que no permite que la persona piense", describe.

"Es un típico caso de ajuste de cuentas", define el abogado, quien además cree que la familia ocultó información sobre el caso. "La policia se ha movido en forma criteriosa, dentro de lo que conocían del evento", concluye.