Treinta segundos pueden ser una eternidad o un suspiro. En algunos casos, como por ejemplo cuando se está frente a un episodio de inseguridad, depende de qué lado se encuentre uno: del que roba o del que sufre el robo.
Este lunes, Emiliano C., un joven de 26 años que trabaja en una estación de servicio, fue acorralado en la puerta de su casa deBerazateguipor dos delincuentes armados que bajaron de un Peugeot 207. Lo increparon, golpearon y arrojaron al piso para robarle su moto: una Yamaha FZ-S 250cc. El ataque fue captado por una cámara de seguridad que está en la calle 110 A, entre 3 y 4.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La secuencia -a la que tuvo acceso PERFIL- dura exactamente 33 segundos. La víctima no resiste ni intenta escapar. Solo levanta sus manos y deja que los delincuentes se lleven todo lo que les interesa: la moto (claro está), pero también el casco, la mochila y hasta el cuello tipo polar.
Pese a que no ofrece resistencia, los ladrones lo tiran al piso y hasta lo golpean. Como se ve en las imágenes, el coche en el que habían llegado los delincuentes espera hasta que termina el robo y enseguida sale a la par de la moto en la que escapan dos de los autores.
Gracias a esa cámara de seguridad, los investigadores obtuvieron la chapa patente del auto que participó del robo. Poco tiempo después una comitiva policial logró ubicarlo en el camino General Belgrano y Monseñor Angelelli, en Quilmes.
Dos de los ocupantes, de 37 y 25 años, fueron detenidos. En su poder los policías secuestraron un revólver calibre 32 y la billetera con dinero de la víctima. Todavía falta que aparezca la moto y el otro ladrón que participó del robo.
