El empresario Jorge Antonio falleció ayer a los 89 años y sus restos fueron inhumados esta mañana
en el cementerio privado Jardín de Paz de Pilar
Antonio fue el principal financista del general a lo largo de su exilio en España y hasta
habría pagado la construcción de la residencia en Puerta de Hierro en la capital española.
En su rol de consejero, mantuvo una buena relación con los jóvenes de lo que luego sería la
guerrilla de Montoneros. En cambio, su vínculo con José López Rega, secretario de Perón y fundador
de la Triple A, fue distante en todo momento.
Antonio conoció a Perón en 1943. Recién comenzó a ser uno de sus consejeros seis años
después, cuando se convirtió en director de la empresa alemana Mercedes-Benz.
Fue amigo de Perón y de su esposa Evita. En torno a la fustrada candidatura de Evita a la
vicepresidencia, Antonio no ocultó su oposición a esa chance.
Una vez producido el golpe de 1955, Antonio desoyó una advertencia del general para que
abandonara el país. Por eso terminó preso junto a John William Cooke, Héctor Cámpora y Guillermo
Patricio Kelly, con quienes se fugó a Chile y terminó en Cuba, protegido por el gobierno de
Fulgencio Batista antes de ser derrocado por Fidel Castro.
En uno de sus últimos reportajes, el empresario dijo que le aconsejó a Perón que Vicente
Solano Lima acompañara a Cámpora en la fórmula peronista de 1973.
Antonio logró mantener su buena posición gracias a las ganancias de empresas pesqueras.
También estuvo próximo a Menem durante su gobierno.