La semana pasada los cuadernos del exchofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, revolucionaron los tribunales de Comodoro Py. Luego de estos, se dieron a conocer unas agendas, pero en el norte del país, en las que se implica a la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala.
Son unas agendas tipo cuadernos escritas entre 2008 y 2009 por alguien que formó parte del círculo íntimo de Sala en la Tupac Amaru. Esa persona entregó sus anotaciones el año pasado al Ministerio Público de Acusación de Jujuy y se convirtió en un testigo arrepentido. Las similitudes con el caso de Centeno no terminan ahí.
Esas agendas fueron entregadas también a la periodista de Jujuy Online Noticias y Radio Trentina, Rosario Agostini. Según explicó la comunicadora, en esos cuadernos, el testigo arrepentido anotó todo lo que hacía y debía llevar a cabo según las órdenes de la dirigente de la Tupac Amaru. En las hojas de los cuadernos figuran desde los dibujos con diseños de remeras para la campaña política de un candidato hasta la cantidad de dinero que debía entregarse a empresarios y funcionarios.
"Estos cuadernos estaban en manos de una persona muy cercana a Sala, en su momento de la mesa chica, que cuando se fue de la Tupac quemó algunos registros --cuadernos, fotos, planillas-- y otros quedaron en su poder, como estos cuadernos que entregó el año pasado como testigo colaborador en el marco de una causa de lavado de activos. Cuando me los dio le dije que los aportara a la Justicia", explicó Agostini al diario Clarín.
En las agendas se muestra el registro del dinero que ingresó a la Tupac, entre los cuales se encuentra un supuesto cobro de Luis Cosentini, quien era presidente del Instituto de Viviendas y Urbanismo de la provincia de Jujuy (IVUJ), y luego Ministro de Infraestructura el pago a empresarios como a Guillermo Fiad, investigado por la justicia como presunto autor de lavado de activos.
Para la periodista, el de los cuadernos de Sala "es el mismo modus operandi" que se reproduce en los de Centeno, y además también "se usaron bolsos" para el traslado del efectivo.
No obstante, para Agostini estas agendas parece que tenían la función de ayudar a tener constancia de las transacciones y no como una garantía de protección. "Todos tenían una agenda en su círculo íntimo, en uno de los cuadernos hay incluso escritos de puño y letra de Milagro Sala. ¿Por qué registraban todo si podían ser una prueba en su contra? Porque nunca pensaron que se iban a ir del poder", afirmó la periodista.
