El diputado se distancia de la oposición pero no es K. La relación con Scioli.
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Cedoc
El diputado justicialista Felipe Solá confirmó hoy que se alejó del Peronismo Federal para ser "independiente", pero no kirchnerista, aunque reconoció "aciertos" por parte del Gobierno nacional, como la asignación universal por hijo y que "solucionó las deudas que tenían las provincias".
Solá, quien se adjudicó haber sido uno de los "fundadores" del Peronismo Federal, sostuvo que ese frente del PJ disidente "se deshilachó porque hubo posiciones personales que prevalecieron" sobre la agrupación política.
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"Eso obviamente nos hizo daños, como después lo que ocurrió con la pre-interna y pelea que mantuvieron (los candidatos presidenciales) Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá", analizó el legislador.
Luego de mantenerse durante al menos dos meses en silencio, Solá habló en Radio 10 y admitió que conversa habitualmente con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, a quien ve "con posibilidad" de ser uno de los candidatos presidenciables para el 2015.
"Ahora soy independiente", indicó Solá, quien respondió con un "no" cuando le preguntaron si se había pasado a las filas del kirchnerismo.
El diputado justificó su silencio al remarcar: "No tenía mucho que decir. La verdad fue una cuestión política e influye con el estado de ánimo personal, pero dejé de sentirme parte de la oposición dura, aunque tampoco no hay oposición blanda".
Luego destacó que el "Peronismo Federal como tal en su corta historia cumplió una misión, como por ejemplo alertábamos cuando las provincias estaban sufriendo un centralismo muy fuerte económico".
"Ese centralismo ha aflojado. El Gobierno tomó decisiones que nosotros pedíamos y se solucionó el problema de las deudas de las provincias", expresó.
Solá comentó que "ahora está libre y sin ataduras", aunque reconoció que le gustaría "estar dentro de un colectivo político".
El diputado opinó que el resultado del 50 por ciento que logró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las primarias del 14 de agosto fue "un cachetazo muy fuerte" para la oposición y además "le quitó sentido a la segunda elección" de octubre próximo.
