POLITICA
Diario Perfil

Alberto F. defiende a Moyano

Entrevistado por Magdalena Ruiz Guiñazú, el ex jefe de Gabinete dice que hay que cambiar el modelo sindical pero que el camionero lo deja "tranquilo".

Magdalena Ruiz Guiñazú con Alberto Fernández.
| Cedoc

Políticamente incorrecto es el título de un libro que podríamos definir como un recorrido de memorias inmediatas en el que Alberto Fernández, quien fuera integrante de la mesa chica de Olivos y de la vida diaria del matrimonio Kirchner, nos desnuda la crónica cotidiana de los años recientes. Una lectura apasionante para los que hemos seguido paso a paso los acontecimientos del país. Un relato en tiempo de pasado de un hombre sensible que quiere también dar a conocer sus explicaciones.

—En realidad, doctor Fernández,  lo que no le perdonan a gente como Graciela Ocaña y usted es no haber sido dóciles.
—La verdad es que la política es un juego de convicciones. No es un juego de domesticación. Cuando a uno lo invitan… Bueno, eso es lo que hizo Kirchner: me convenció de que este proyecto valía la pena. Y, hasta el día de hoy, nadie me ha convencido de lo contrario. Lo que me molesta mucho, repito, es que pretendan que el acto de convicción se convierta en un acto de domesticación. Domesticar siempre, por norma, no está bien. No es parte de la política.

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—Y cuando en su libro habla de la gente que ha sido solidaria desde años atrás con este proyecto, ¿cómo ve la figura de Moyano, que esta misma semana tiene un acto por demás comentado y analizado?
—Mientras estamos conversando faltan algunas horas para el acto de los camioneros pero... en fin, todo el mundo sabe que yo soy un tipo distante del sindicalismo. Ese no ha sido mi mayor punto de acercamiento o de apoyo. Pero con Moyano siempre hemos tenido una relación de mucho respeto. Y yo lo respeto. Le digo algo más: fundamentalmente lo respeto porque en los peores momentos Moyano “estuvo”. Cuando la Argentina estaba dada vuelta y teníamos un 24% de desocupación, Moyano estuvo. Y cuando hubo que pedirle tolerancia, paciencia, acompañamiento y evitar las huelgas, Moyano estuvo. Después, claro, también hay muchas cosas de Moyano que no me gustan. Yo creo que la Presidenta tiene razón cuando pide que las huelgas no sean extorsivas. En este momento está reclamando que no se corten calles, que no se impida la salida de camiones de las fábricas, etc. En todo eso, reitero, me parece que tiene razón y tengo que estar de acuerdo con la Presidenta. Esa es la verdad. Pero, de ahí a ponerlo a Moyano en el lugar del diablo, me parece que hay una enorme distancia. Simplemente por una cuestión de honestidad intelectual hay que reconocer que Moyano acompañó mucho. Y en los peores momentos. No estoy hablando de hoy, cuando estamos bien y los salarios crecieron como crecieron. No es ahora el momento de cuestionarlo a Moyano. Como recordaba recién, él estuvo presente en momentos dificilísimos como, por otra parte, también lo estuvo el sindicalismo. Si a la Presidenta no le gusta el modelo sindical…por ahí estoy de acuerdo con ella. Pero eso no es discutirlo a Moyano. Eso es discutir la organización sindical argentina. Si quiere cambiar la Ley de Asociaciones Profesionales para que los sindicatos se democraticen absolutamente, la Presidenta me va a tener de su lado. Pero no a costa de demonizarlo a Moyano. Mire, cuando a mí me dicen que la solución es sacarlo a Moyano y traer a otro sindicalista…bueno, en este contexto lo sacamos a él y traemos a otro Moyano. Y de todos los “Moyanos” que existen, éste es el que más tranquilo me deja.

Lea la entrevista completa en la edición impresa del diario PERFIL.