Ayer a las 17.30, luego de estar todo el día en su departamento de Puerto Madero, el flamante ex jefe de Gabinete decidió salir de compras con su hijo de 13 años y un amigo. Al volante de su Peugeot 307 gris, Fernández primero dio un par de vueltas, para distraer a los fotógrafos que lo seguían, y después estacionó al frente del local Nike Shop El Porteño, ubicado en Juana Manso al 1300. Estuvo allí unos diez minutos, y cuando sintió el primer flash fotográfico en el ventanal, se acercó a los fotógrafos. Con un tono amable, hasta casi rogando, les dijo que lo dejaran tranquilo. Más que todo por los chicos. La protección es una de las tareas más importantes de la figura paterna.
Empleados del local dijeron que al ex funcionario, que vestía de jean, camisa y un saco elegante sport, se lo veía “tranquilo y relajado”. Compró un par de zapatillas y se fue. Esta vez, logró despistar a los fotógrafos y no pudo ser seguido.
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