"Esté Nisman o no esté Nisman, las pruebas están", había adelantado el fiscal de la causa AMIA el 14 de enero de 2015, es decir, cuatro días antes de su muerte. La frase había sido pronunciada en el programa de televisión de TN A Dos Voces se dio en un contexto en el cual se refería a una presunta amenaza que habría llegado a manos de la procuradora General de aquella época, Alejandra Gils Carbó.
En esa misma emisión, el periodista Edgardo Alfano le consultó a Alberto Nisman si tenía alguna custodia y el fiscal, en su respuesta, destacó la actitud de Gils Carbó quien le habría ofrecido incrementar su seguridad. Esto se debió a que estaba frente a una actuación "pasible de amenanzas".
“Le contesté que con la que tengo me alcanza, pero hoy lo voy a repensar”, había asegurado Nisman. Frente a la respuesta, la procuradora General, le había respondido, según sus palabras: “Doctor Nisman, piénselo, lo va a necesitar”.
Así informaron PERFIL y los portales del mundo sobre la muerte de Nisman
Nisman había afirmado en esa entrevista que recibía mensajes "no de ahora, por este tema, sino que desde hace mucho tiempo". Asimismo, había reconocido que no realizaba denuncias “todo el tiempo”.
Sobre el final de la entrevista, Nisman mensurando la magnitud de la denuncia sostuvo: “Como dice Carlos Fayt, los hechos son sagrados y las opiniones son libres. Esté Nisman o no esté Nisman, las pruebas están. Pero me gustaría equivocarme por la institucionalidad del país”, señaló el fiscal. Con esto último, Nisman daba a entender que preferiría no estar acusando a la Presidenta.
"Ha sido un dolor terrible hacer esto, pero lo tenía que hacer, es una obligación moral", añadió en ese mismo programa.
En esos días, el fiscal había pedido la indagatoria de la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, del canciller de esa época, Héctor Timerman, y otros dirigentes oficialistas, a quienes acusó de tejer una “alianza entre el Ejecutivo y el terrorismo”.