POLITICA
jorge yusuf khalil

AMIA: Khalil prepara su defensa legal

Al intervenir sus teléfonos, Nisman obtuvo las escuchas con D’Elía, Esteche y el iraní Rabbani. Su mezquita canceló actividades.

Discurso. Khalil (con micrófono) en un acto contra el “sionismo nazi”, junto a miembros de la comunidad islámica.
| Cedoc Perfil

En su DNI está registrado como Jorge Alejandro Khalil, ciudadano argentino de 40 años. Es un activo miembro de la comunidad argentina chiita, la rama del islam mayoritaria en Irán. Trabaja como secretario en la mezquita At-Tahuid, en el barrio de Flores, que tiene como dirigente principal al sheik Abdul Karim Paz y es frecuentada por funcionarios diplomáticos iraníes. También presidió hasta el año pasado la Asociación Arabe Argentina Islámica. Por su religión, adoptó el nombre “Yusuf” (traducción árabe del nombre bíblico José).

Para el fiscal Alberto Nisman este ciudadano de origen levantino es una pieza clave en un “sofisticado plan delictivo destinado a favorecer ilegalmente y desvincular en forma definitiva y fraudulenta a los sospechosos iraníes por su participación en el atentado” contra la AMIA. Por eso, prepara su defensa. Khalil habría sido el nexo entre el Gobierno y el imputado por el atentado Moshen Rabbani, agregado cultural de la embajada iraní cuando ocurrió el atentado que segó la vida de 85 personas el 18 de julio de 1994. Rabbani –siempre según Nisman– instruyó en cada paso a Khalil, quien, en los hechos, habría trabajado como el embajador iraní en las sombras con D’Elía y el diputado Andrés “Cuervo” Larroque como sus interlocutores.

En medio de los fuertes entredichos entre Nisman y el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien lleva la causa principal, los dos coinciden en confirmar que el teléfono de Khalil estaba “pinchado” con autorización judicial. El magistrado ironiza sobre este miembro clave de la comunidad chiita argentina: “Parece el ayatolá, porque lo llaman todos”. Khalil mantiene un vínculo público con el dirigente Luis D’Elía y el líder de Quebracho Fernando Esteche, también imputados por Nisman.

El dirigente islámico eligió en estos días refugiarse en el silencio. También las tradicionales actividades del viernes en la mezquita fueron suspendidas. PERFIL pudo saber que en estos momentos se está preparando una respuesta legal y Khalil podría romper el silencio entre el martes y el miércoles con una conferencia de prensa. En la mezquita explican: “El está conmocionado, como toda la colectividad. Estamos todos sorprendidos y confundidos por esta agresión”.

En su entorno señalaron que esta “agresión” no “es nueva, viene desde hace años”. En defensa de Khalil apuntaron sus allegados que “tenía 19 años cuando ocurrió el atentado”. Además, se inclinaron por una hipótesis similar a la expresada desde el Gobierno: “Antonio Stiusso entró en la causa con un poder impresionante que hoy perdió y busca vengarse. El fue el verdadero instructor de la causa y está vinculado a los servicios de Israel y Estados Unidos”.

Sobre D’Elía y Esteche, dicen que “fueron quienes se acercaron a solidarizarse con nosotros ante tantas agresiones, ojalá hubieran hecho lo mismo personas como Elisa Carrió o Ricardo Alfonsín”.

Referentes de la izquierda argentina confirmaron que Khalil era un activo coordinador de las protestas contra Israel ante diversas situaciones en Medio Oriente. “Era una suerte de coordinador, muy activo en los contactos con todas las organizaciones; era evidente que tenía una relación de mucho afecto con D’Elía”, explicaron.

En los registros de sociedades Khalil figura desde 2010 como titular de Oriental Brook SA, dedicada a la “intermediación en el proceso de importación y exportación de mercaderías y servicios”. Sus allegados afirmaron: “El es un hombre de trabajo”. Nisman sostiene que fue un actor clave en negociaciones ilegales para forjar un intercambio de impunidad y granos por petróleo iraní.