POLITICA
Opinión

Angie siempre cercana

La Presidenta del Grupo Parlamentario de Amistad con la República Federal de Alemania, describe la importancia política mundial de la canciller alemana, quien ayer visitó el país.

Angela Merkel en Argentina
Un retrato cercano de la canciller. | Cedoc

Esta ha sido la cuarta oportunidad que he tenido de estar cerca de la mujer más poderosa del mundo: ¡Y por fin fue en mi propio país! Determinante como cálida con funcionarios, empresarios y sociedad civil; ingeniosa y compinche frente a las preguntas de los jóvenes, mostrando incluso cierta timidez ante la avalancha de pedidos de fotos y selfies, que complació con generosidad al finalizar la cena en el CCK. Ahí se entiende el porqué del "Angie": siempre cercana.

Estuvo a punto de venir en el 2010, pero si bien se excusó por la coyuntura internacional del Golfo, estimo que no se sentía cómoda.

Las diferencias con el gobierno anterior eran demasiadas. Empezando por la actitud frente al cargo público: los alemanes se pueden cruzar con ella casi todos los días porque suele ir en bicicleta a la Casa de Gobierno. Su casa, donde vive en Berlín, está a menos de veinte cuadras del Palacio. Jamás se mudó a la residencia presidencial. Es su casa particular. La de siempre, la que comparte hace años con su segundo marido. 

Angela es así. Doctorada en física cuántica, pasa sus días libres cocinando, escuchando música clásica u ocupada en la jardinería. No es carismática, casi no se maquilla, no usa ropa de marca y de los zapatos, sólo tienen que ser cómodos. Intelectuales de todo el mundo y de todas las ideologías entienden que, de tener más líderes de la calidad y espesura de Merkel, otro sería el planeta.

Mientras nuestro país se dirime hace centurias entre proteccionismo o libre mercado, Angela advierte sobre la irreversible globalización: ninguna nación puede resolver todos sus problemas sin la colaboración de los otros. Lejísimo del intervencionismo, se trata de colaboración.

Ni la lucha contra el terrorismo, ni la del crimen organizado, ni la creación de nuevos y mejores puestos de trabajo se lograrán a puerta cerradas. La irrupción de las tecnologías son, también, grandes desafíos comunitarios. No por nada se encontró con jóvenes en nuestro Polo Científico Tecnológico. Su visita estuvo plagada de gestos políticos. 

Así es Angela: no le gusta perder el tiempo. Su visita a la sinagoga dio ejemplo de un pueblo capaz de reconciliarse entre ellos, con memoria histórica. Su visita nos debiera inspirar a más diálogo, a no rehuir a gobiernos de coaliciones, a avanzar en acuerdos regionales, con una finalidad: Bienestar y paz para el mundo. Como suele decir Angela de ser “hijos de nuestro pasado y padres de nuestro futuro”.

*Diputada. Presidenta del Grupo Parlamentario de Amistad con la República Federal de Alemania.