La Corte Suprema desistió de esperar a Aníbal Fernández y hoy, por motus propio, otorgó un aumentó del 10% a todos los empleados del Poder Judicial sin contar con los fondos que esperaba recibir de la Jefatura de Gabinete. El reclamo ocurrió tras el drástico recorte presupuestario para el 2011 que decidió el Gobierno, luego que la Corte le falló en contra en relación a la Ley de Medios, Fibertel y el caso Sosa.
En la acordada que firmaron hoy los siete ministros de la Corte, se ufanan de que "la Jurisdicción cuenta con los recursos financieros suficientes para atender la mayor erogación, no requiriendo los aportes del Tesoro Nacional".
No obstante, recordaron que "se solicitó a la Jefatura de Gabinete de Ministros la modificación de las partidas presupuestarias vigentes para afrontar el correspondiente incremento". Pero el Gobierno no contestó y como el aumento era requerido para diciembre, la Corte tuvo que acudir a sus propios ahorros.
Piden fondos, no le dan. La semana pasada, la Corte Suprema había solicitado al jefe de Gabinete "la modificación de las partidas presupuestarias para otorgar un incremento salarial para el Poder Judicial".
A fines de septiembre, pocos días después de ordenar la reposición a Santa Cruz del ex procurador Eduardo Sosa, el Máximo tribunal denunció una rebaja de casi el 40% en el presupuesto, calculada en $778 millones de pesos de su caja entre 2010 y 2011. Y la más golpeada por la decisión del Ejecutivo fue la Corte, con una reducción de $355 millones.
Pero la respuesta del funcionario subió aún más la tensión. "Mienten descaradamente sin cambiar de gesto ni ponerse colorados. Digno de mentirosos con oficio", exclamó. De acuerdo al Presupuesto que elaboró el Gobierno y que fracasó en el Congreso, el Poder Judicial de la Nación representa el 1,2 por ciento del presupuesto Nacional en 2011 y contribuye en un 45,5 por ciento en el resultado financiero del mismo.
