POLITICA

Aníbal Fernández pierde terreno (y control policial) en el gobierno de Cristina

El conflicto de Villa Soldati y la designación de Nilda Garré a cargo del flamante ministerio de Seguridad, complican al Jefe de Gabinete.

Aníbal Fernández, Jefe de Gabinete.
| DyN

Aníbal Fernández salió mal parado del conflicto en Villa Soldati. Atraviesa, quizá, uno de los peores momentos desde que se hizo cargo de la Jefatura de Gabinete. La presidenta Cristina Fernández no sólo le quitó el manejo de las fuerzas de seguridad, que administraba desde que era ministro de Justicia y que sostuvo cuando se fue como jefe de Gabinete, sino que además puso al frente de la cartera a una enemiga íntima suya, la hasta ahora titular de Defensa, Nilda Garré.

La decisión de la Presidenta de crear el Ministerio de Seguridad estuvo influenciada por la presión de organismos de derechos humanos y de sectores progresistas del Gobierno que consideraban al funcionario como un “duhaldista” al mando de los uniformados. Garré, de buena relación con el periodista y titular del CELS, Horacio Verbisky, buscó cambiar la imagen que las Fuerzas Armadas arrastran desde la dictadura, y transformarlas en un sector más afín al discurso progresista del Gobierno.

Los más transversales le reprocharon a la jefa de Estado la actuación de Fernández en el desalojo del Parque Indoamericano, tras el cual varios policías federales fueron separados de sus cargos por presunto abuso de autoridad. También le cuestionaron la ausencia de un cordón de prevención al que se negó Fernández el viernes, pero aceptó ayer, cuando ofreció una segunda conferencia de prensa. ¿Se enojó la Presidenta con Fernández? No se sabe. Cerca del funcionario aseguran que no quedó afuera de la mesa de decisiones y que, de hecho, participó de las dos reuniones que el Gobierno nacional encaró con el porteño junto a los vecinos afectados por el conflicto.

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