POLITICA
A CINCO AOS DE LA MUERTE DEL LIDER DE LA UCR

Aquellos enojos de Alfonsín con los Kirchner

Defensor del sistema de partidos, el expresidente criticaba la forma como el kirchnerismo buscaba captar dirigentes radicales. Así lo recuerdan Jesús Rodríguez y Federico Storani.

2008. Tras un comienzo con cortocircuitos y luego de cinco años de gobierno, Cristina y Néstor Kirchner homenajearon a Alfonsín.
| Cedoc Perfil

A cinco años de su muerte, la figura del ex presidente Raúl Alfonsín es reivindicada no sólo por el radicalismo –aun por quienes discrepaban con su línea ideológica–, sino también por gran parte del kirchnerismo. Por caso, el sindicato de los encargados de edificios, que conduce el titular del peronismo porteño Víctor Santa María, empapeló estaciones de subte con un afiche que tiene los rostros de Juan Perón, Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner para conmemorar el 10º aniversario de la creación del Museo de la Memoria en la ESMA. Esta apropiación simbólica, que parece haber servido para aggiornar la vieja trilogía de los años 70 San Martín-Rosas-Perón, irrita a muchos alfonsinistas que denuncian un “uso mezquino” de la figura del ex presidente, sobre todo teniendo en cuenta que mantuvo hasta el 31 de marzo de 2009 duras críticas contra el kirchnerismo, por el debilitamiento de los partidos políticos, y contra los “tránsfugas” de la UCR.

Alfonsín “trabajaba por una democracia de partidos fuertes, no de figuras, porque sabía que la democracia de candidatos es frágil, vulnerable e ineficaz”, rememora en diálogo con PERFIL Jesús Rodríguez, ex ministro de Economía, para remarcar las diferencias entre el líder radical y el matrimonio presidencial.

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En el mismo sentido, su ex compañero en la Junta Coordinadora Nacional Federico Storani recuerda que el oficialismo “lanzó la Concertación en el intento de hacer una base de sustentación, pero no una concertación a la chilena, con partidos políticos fuertes que definieran políticas de Estado, fue una simple cooptación, sin programa ni base de sustentación”.

Storani remarca que para Alfonsín “una cosa era pactar políticas de Estado entre los partidos y otra cosa dejarse cooptar por veleidades políticas”. “Alfonsín aborrecía a los que se dejaban cooptar”, subraya.

“El despreciaba el oportunismo. En correcto español, a aquellos que se pasan de partido los llaman tránsfugas, con la connotación despectiva que le damos nosotros”, abunda el ex diputado en una alusión a los correligionarios que, antes o ahora, se dejaron tentar por los cantos de sirena del Gobierno, como Julio Cobos y Gerardo Zamora.

El propio Alfonsín había criticado, ya en 2007, al entonces presidente Kirchner por “debilitar el radicalismo utilizado ayuda financiera federal para atraer a su lado a gobernadores de la UCR”, hecho que calificó como “muy grave para las instituciones”. Respecto de la “cooptación simbólica” de Alfonsín, Storani dijo que el kirchnerismo encabeza un “intento de utilización tergiversado y mezquino”.

“El Gobierno es oportunista porque está aislado políticamente, no le va bien econonómicamente… Por eso esta tentativa de reivindicar la figura de Alfonsín”, asegura el ex ministro del Interior, quien no obstante enfatiza que el entinto ex presidente “es muy reinvidicable como estadista”.
Al aclarar su concepto, Storani señala que “los que están en el Gobierno” votaron en 1983 a Italo Luder, quien decía que “la mal llamada autoamnistía que impusieron los militares tenía efecto de cosa juzgada y no se podía ir para atrás”. En cambio, subrayó, “Alfonsín derogó esa ley y se produjeron algunos juzgamientos”, entre ellos a los cabecillas de la dictadura.

Acaso la clave de esta controversia esté en la apostilla que dejó un ex ministro de Alfonsín que prefirió el anonimato: “Raúl era claro: decía que Kirchner, y se puede sumar a Cristina en esto, era hegemónico, buscaba manejar todo”, incluso podría decirse en el presente, la buena imagen que conserva el primer presidente de la joven democracia argentina.