El exclusivo Barrio Saint Thomas Este, del partido de Esteban Echeverría perdió la paz cuando estalló el escándalo judicial que involucra a Marcelo D’Alessio. El allanamiento a la casa del falso abogado ofreció documentos y pruebas de todo tipo que desde entonces analiza el juez Alejo Ramos Padilla. PERFIL accedió en exclusiva a las imágenes que tomó la Justicia dentro de la vivienda.
Durante el allanamiento a D’Alessio, preso en el penal de Ezeiza, se secuestraron armas de alta tecnología, equipamiento de espionaje, vehículos de alta gama con balizas de las fuerzas de seguridad, chalecos antibalas, computadoras, celulares e importante documentación. Todo ese material quedó en poder del juzgado de Dolores que fue avanzando en la investigación.
El propio Ramos Padilla llevó gran parte de las pruebas al Congreso. Primero ante la Comisión de Libertad de Expresión y el jueves último, en una reunión reservada, ante la Bicameral de Seguimiento de la AFI.
Las imágenes que ahora se conocen dan cuenta del poderoso arsenal que tenía el falso abogado en uno de sus domicilios, además de los teléfonos celulares que estaban entre sus pertenencias. Dentro de los autos de alta gama también se confiscaron materiales que son parte de la investigación.
La revista Noticias publicó en su última edición el llamado “Informe Fantino” que encontró la Justicia en poder de D’Alessio. Por este archivo hallado en una computadora del falso abogado, el juez Ramos Padilla llamó a declarar a los periodistas Alejandro Fantino y Romina Manguel. La sospecha es que fueron espiados y que su colega Daniel Santoro pudo haber estado involucrado, algo que el periodista de Clarín desmintió enfáticamente.
La detención de D’Alessio se produjo pasado el mediodía del 15 de febrero pasado, en el exclusivo country Saint Thomas de Canning, donde vivía junto a su familia. La residencia fue allanada en dos oportunidades esa semana. Una por el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, en el marco de un caso de lavado de dinero. La otra por su par de Dolores, Ramos Padilla. Este último fue el que ordenó su detención a la Prefectura Naval, que lo alojó en uno de sus edificios de Retiro y luego lo envió a Ezeiza.
