POLITICA

Así fue la "fiesta" de Moyano

En Plaza de Mayo, el sindicalista logró más convocatoria que en otras ocasiones, pero menos euforia. El mejor cántico y las silbatinas. Video. Fotos.

El acto de Moyano fue seguido por miles de trabajadores que lo aclamaron, aunque hubo menos euforia.
| Telam

"¡Yo no soy golpista, soy obrero peronista!", gritaba sin parar la gente de la Juventud Sindical. Desde temprano la Plaza de Mayo se llenó con más de 30 mil personas a la espera del discurso del líder de la CGT, Hugo Moyano. A contramano de lo que se podía esperar, el camionero no fue tan duro y él mismo afirmó que era "un acto pacífico" y una "fiesta".

La silbatina más fuerte contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó antes que hablara Moyano. El orador dijo "paciencia, esperemos a que la presidente termine la cadena nacional" y el público comenzó a chiflar. A diferencia de lo que se vio en el acto de Huracán o en el de Parque Roca, esta vez no hubo tanta euforia entre los trabajadores que llegaron hasta la plaza.

Luego de agitar los bombos al entonar el himno nacional, las banderas se bajaron para que todos pudieran ver al jefe de la CGT, quien hizo estallar al público en algunos tramos de su discurso: "Cuando muchos nos quedamos en el país después del golpe del '76, hubo dos clases de exiliados: los que se exiliaron fuera del país y los que se exiliaron en el sur argentino", gritó y se escuchó la aprobación de todos. Muchos sonrieron de manera cómplice.

"Este es un acto pacífico y va a terminar siendo una fiesta porque vamos a expresar lo que le corresponde legítimamente a los trabajadores", bramó el camionero y todos corearon su nombre. Pero el momento más eufórico fue justo cuando se habló de un problema que complica a millones de argentinos: la vivienda propia. Y Moyano no se olvidó: “Digo yo, ¿por qué no nacionalizan el Banco Hipotecario nacional para que los trabajadores puedan tener créditos para sus viviendas?”, señaló al tiempo que los bombos retumbaban en el microcentro y las banderas se agitaban sin parar.

Apoyo ¿multitudinario? Aunque los cálculos de Télam indicaban que habría unas 25.000, la gran cantidad de gente abarrotada en la plaza y en calles aledañas hacía suponer que podían ser al menos 10.000 más. Por suerte no hubo incidentes y una vez que terminó el discurso de Moyano, todos se retiraron sin mayores inconvenientes.

(*) Desde Plaza de Mayo. De la redacción de Perfil.com. Con la colaboración de Patricio Caruso.