“Fue una estafa moral lo que se hizo con el caso Maldonado”, concluyó el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, a poco de cumplirse 5 meses de la desaparición y posterior aparición del cadáver del joven artesano en el río Chubut. El funcionario macrista rechazó así las primeras versiones que indicaban que Maldonado había sido asesinado por la Gendarmería y cuestionó “el mal uso que se hizo, el daño que se le produjo a la sociedad”, cuando a menos de un mes de las PASO se comenzó a poner el foco en la desaparición del joven oriundo de la localidad bonaerense de 25 de Mayo.
Para Avruj, “mucha gente de buena fe creyó en eso y fue una estafa moral lo que se hizo con el caso Maldonado, el uso electoral, y después comprobamos que había fallecido”, ahogado en el río, al escapar de un operativo de Gendarmería que buscaba levantar un corte de ruta dispuesto por integrantes de la comunidad mapuche.
El secretario de Derechos Humanos mantuvo así la línea argumental construida por el gobierno nacional desde el momento que se conoció la desaparición del joven, que apuntó a defender el rol de la Gendarmería, aún sin tener pruebas sobre qué había sucedido realmente y que luego coronó con el ascenso del gendarme Emmanuel Echazú, el único imputado en la causa. Avruj, quien se identificó como un “fiel defensor del derecho a la protesta, aunque no puede dañar el derecho de otros ciudadanos”, lamentó que “hoy estamos en el prejuzgamiento” respecto al accionar de los gendarmes en la protesta del 1º de agosto del año pasado. Además, pidió “entender que el orden no implica una confrontación con los derechos humanos” y reiteró que “el derecho a la protesta tiene que estar garantizado permanentemente”.
El cuerpo de Santiago Maldonado apareció el 17 de octubre, y recién el viernes 20 –dos días antes de las elecciones generales a nivel nacional– la familia confirmó su identidad, lo que revolucionó la escena política y lo introdujo dentro de los ejes de discusión de los principales candidatos, incluso el presidente Mauricio Macri.
