Después de una semana de protestas por parte de los ambientalistas de Gualeguaychú, la papelera
finlandesa afincada en Fray Bentos
comenzó a probar sus instalaciones y a procesar su producto.
Botnia evala inaugurar su planta despus de las elecciones argentinas. |
BOTNIA
La planta de Botnia ubicada en la localidad uruguaya de Fray Bentos y que la Argentina cuestiona por su localización y características “contaminantes”, inició las pruebas de procesamiento de pasta de celulosa con materia prima importada de Brasil y Chile, informó hoy un vocero de la compañía finlandesa.
El portavoz precisó que “se está haciendo la verificación del sistema de secado y enfardado”, en carácter de prueba, en tanto aguarda la autorización del gobierno de Uruguay para comenzar a procesar finalmente papel. Por otra parte, la fuente indicó que “las calderas y turbinas están funcionando en la generación de energía y vapor para las verificaciones de cañerías dentro del proceso de inspección y verificación de instalaciones”.
Con relación a la observación de humo emanado de la planta, el vocero dijo que “el de la chimenea proviene de la caldera porque hasta no comenzar la producción, la misma se alimenta con fuel oil en la generación de vapor y no con residuos de madera como va a ocurrir a partir de la puesta en marcha”.
“El vapor que sale de las turbinas y otras partes de la planta es producto del proceso de verificación de instalaciones con vapor de agua”, remarcó. La confirmación de los procedimientos que está realizando Botnia fue hecha también por el viceministro de Medio Ambiente de Uruguay, Jaime Igorra, quien remarcó que “este tipo de pruebas se enmarca en el Plan de Contingencia”.
La consulta al funcionario surgió a partir de que los asambleístas que “escarcharon” ayer a una barcaza de Botnia en aguas del río Uruguay quedaron “convencidos” de que la planta había iniciado el proceso de generación de celulosa.
El dirigente de la Asamblea de Gualeguaychú, José Pouler, sostuvo “que funcionaban cinco chimeneas, de la más grande salía humo negro y de las otras blanco, como si fuese vapor, es decir, la planta está funcionando”.
Igorra afirmó que “en esta última instancia que transita Botnia es lógico que se pruebe con una carga para el procesamiento de celulosa, ya que estamos próximos a la apertura”. Para que la planta comience a producir, resta una última aprobación del gobierno de Tabaré Vázquez.
El emprendimiento es el producto de una inversión de 1.400 millones de dólares y prevé producir, progresivamente, un millón de toneladas de celulosa al año. La Argentina cuestiona a Botnia porque el gobierno uruguayo autorizó “unilateralmente” su localización en Fray Bentos, frente a Gualeguaychú, violando el Estatuto del río Uruguay.
El mes pasado, además, Botnia experimentó en su planta un derrame de químicos tóxicos que afectó a un grupo de sus trabajadores y provocó denuncias desde Gualeguaychú de parte de asambleístas que también adujeron sentir los efectos de ese hecho.
