POLITICA
caso ciccone

Boudou quedó cerca de ser procesado y se define su futuro en el Gobierno

El juez Ariel Lijo lo involucró en la maniobra para quedarse con la imprenta de billetes y lo citó a indagatoria para julio. En agosto define si lo procesa. Réplica del vice.

Amado Boudu
| Cedoc Perfil

La suerte del vicepresidente, Amado Boudou, estará definida después de la feria judicial, a mediados de agosto, una vez que el juez federal Ariel Lijo le haya tomado declaración indagatoria el 15 de julio, junto a una serie de imputados, de haber participado en la compra de la imprenta Ciccone Calcográfica para beneficiarse con contratos con el Gobierno.

El dictamen del juez Lijo es muy contundente. Acusa a Boudou y a su socio, José María Nuñez Carmona, de haber adquirido la imprenta a través de un testaferro, Alejando Vandenbroele, para hacer negocios con el Estado. Detalla una serie de maniobras en las que el vicepresidente se involucró directamente para levantar la quiebra de Ciccone y lograr que la AFIP aceptara su plan de pagos para obtener el certificado fiscal que le permitiera ser contratada por el Gobierno.
La imputación contra Boudou es por mal desempeño en sus funciones, lavado de dinero y tráfico de influencias. Según fuentes judiciales, hay suficiente información en el expediente para procesarlos a todos y sostener lo que Lijo escribió en su dictamen de ayer.
Boudou se tomó la noticia, dicen en su entorno, con tranquilidad. “Se va a defender porque entiende que no hay pruebas en la causa para procesarlo”, indicaron. Atribuyeron el apuro del juez Lijo a una maniobra del abogado de Clarín, Gabriel Cavallo, que, según ellos, echó a correr el rumor de que el magistrado iba a ser apartado de la causa.

Antes, el entorno de Boudou decía que el límite para que pidiera licencia o se apartara del cargo era el procesamiento. “Más que un límite para Amado, es un límite para Cristina”, decían. Con las novedades en la causa, hubo un giro en la opinión. “Esto sirvió para blindar a Amado porque la sensación que hay es que, si van por él, después van por todo”, explicaron. La defensa de Boudou, a cargo de Diego Pirota, fue puesta por la Casa Rosada. Diego Pirota, su abogado, dijo que no encuentra explicaciones desde lo jurídico para citarlo.

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Una alta fuente legislativa dijo a PERFIL que si Boudou es procesado pondrá al Gobierno en una encrucijada sobre su futuro. “No vamos a perder las próximas elecciones por Boudou”, explicó. Consideró que es muy probable que el vice se tenga que tomar licencia porque el procesamiento es el paso previo a un juicio oral. El costo político de sostenerlo será más alto que el de apartarlo.

Pocos. Ayer, sólo tres kirchneristas hablaron de la situación del vicepresidente: el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; y la diputada Juliana Di Tullio. Capitanich dijo que Boudou está a disposición de la Justicia, pero evitó dar definiciones tajantes. Rossi lo defendió a rajatabla. Y Di Tullio consideró que tendrá la oportunidad, al fin, de defenderse “porque se le han denegado los derechos constitucionales al vicepresidente”.
En el mismo sentido se expresó Boudou: “Estoy muy tranquilo porque esto es algo que nosotros veníamos pidiendo: tener un espacio para demostrar mi inocencia. En febrero me presenté de forma personal pidiendo que me llamaran a indagatoria porque no he cometido ningún delito. No voy a apelar a ninguna cuestión para no ir a la indagatoria”, contestó. E insistió: “soy inocente”.

Ahora, para muchos funcionarios del Gobierno que piensan que se tiene que pedir licencia, Boudou quedó mano a mano con el juez: se tendrá que defender de lo que se lo acusa y enfrentar el proceso que se le sigue. “Ibamos ganando 2 a 0 con el Club de París. Esto nos hace ir perdiendo 3 a 2”, explicó una fuente del Gobierno.

Boudou está aislado políticamente. No tiene diálogo con Cristina Kirchner. Está sujeto a viajes protocolares y a presidir las sesiones en el Senado sin ninguna influencia. Muchos de sus compañeros del bloque creen que el vice ha puesto a la Casa Rosada en un problema, haciéndole pagar un costo político alto. Otros, creen que hay que sostenerlo hasta las últimas consecuencias. Hay algunos que recuerdan que, en rigor, la idea de quedarse con Ciccone Calcográfica fue de Néstor Kirchner. De hecho, después del escándalo, la imprenta fue estatizada por el Congreso. Boudou sabrá si es procesado el 15 de agosto. Hasta entonces, sólo le resta preparar su defensa.

“Van por el país”
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, vinculó anoche en el programa 678, de la TV Pública, la decisión del juez Ariel Lijo con una operación “mediática” y remató: “van por el país.
De esa forma, Capitanich se convirtió en el principal defensor del vicepresidente Amado Boudou, luego de que el Gobierno diera la orden al resto de los funcionarios que evitaran dar reportajes y referirse al caso.
Por la mañana, las declaraciones de Agustín Rossi, Jorge Capitanich y Juliana Di Tullio, habían funcionado como la primera defensa del vice.
La noticia, que fue portada de Télam y luego fue minimizada en el portal, generó un pedido de cautela en el Gobierno, que no sabe cómo será el futuro de la causa y el de Amado Boudou. “La orden fue no hablar para no tener que responder sobre el tema”, explicó un vocero, antes de la aparición de Capitanich. También trascendió que CFK ordenó al vicepresidente dar un reportaje en Radio 10 para dar sus argumentos.

Declarará siendo “presidente”
Cuando el vicepresidente vaya a los tribunales de Comodoro Py a que el juez federal Ariel Lijo le tome declaración indagatoria, Cristina Kirchner tendrá una cita que hasta ahora parecía impostergable: la reunión del grupo de los Brics que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y que se llevará a cabo en la ciudad brasileña de Fortaleza.
La duda que circula en la Rosada es si asistirá, porque entonces quedará a cargo del Poder Ejecutivo el vicepresidente, que tendrá que ir a dar explicaciones como acusado ante Lijo. Desde el Gobierno, dijeron a PERFIL que la Presidenta fue formalmente invitada a la cumbre, pero que todavía no hay preparativos porque primero tienen en agenda el encuentro del G-77 en Bolivia, que será en junio. Todo indica que Cristina Kirchner no se perderá la cumbre, donde podría tener una reunión bilateral con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. En los países de los Brics viven más 3 mil millones de habitantes, su PBI es de 17 billones de dólares y su producción agrícola, de 2 mil millones de toneladas.