Cuando está en duda su continuidad al frente de la embajada, el representante argentino ante el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, se reunió a solas con el flamante Papa argentino, Francisco, para limar asperezas. El encuentro se produjo después de un cóctel con embajadores ante la Santa Sede, que tuvo lugar el viernes.
La preocupación de Cafiero era un supuesto dossier con información que arrojaba sospechas sobre la figura del cardenal Bergoglio y su rol en la última dictadura militar. El embajador se ocupó de negar, de manera tajante, que él o alguien en el Gobierno hayan elaborado un documento de ese tenor, para intentar bloquear su designación como papa.
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Según pudo reconstruir PERFIL, en ese breve encuentro, Francisco lo instó a mirar para adelante y le pidió que a partir de ahora las relaciones entre el Vaticano y la Argentina tienen que ir cada vez mejor, aprovechando la nacionalidad del sumo pontífice.
El dossier del que se habla habría llegado a manos de los cardenales que tenían que elegir al nuevo Papa y habría vinculado a Bergoglio con la desaparición de dos sacerdotes jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics. Esa información había sido publicada por el periodista Horacio Vertbisky en Página 12. Pero esa supuesta colaboración del Papa con la última dictadura fue descartada por el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien mantuvo una reunión a solas con el prelado.
Otros organismos de derechos humanos también descartaron esa posibilidad, de hecho, Bergoglio recibió el beneplácito de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Sin embargo, no es menos cierto que en el kirchnerismo se generó un debate interno acerca de la relación con el sumo pontífice.
Para colmo, tras el dossier, Jalics, uno de los sacerdotes que fue detenido desaparecido, negó la versión de Verbitsky y desvinculó a Bergoglio de cualquier colaboración con los militares. El otro sacerdote, Yorio, falleció. Los dos habían declarado años antes que el cardenal los había marcado. Pero ahora el relato se modificó y Cristina Kirchner, incluso, ordenó encolumnarse detrás de la figura de Francisco. La relación con el ex Arzobispo siempre fue mala. Pero los tiempos cambian.
