El regreso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la gestión se dio con cambios muy importantes hacia dentro de su Gabinete. Reconocimientos, gestos y la aceptación de la necesidad de cambios en el gobierno nacional fueron los que llevaron a que la mandataria mueva piezas:
- Jefatura de Gabinete: La llegada de Jorge Capitanich puede tomarse desde varios frentes. Es un claro signo a los gobernadores que buscaban un interlocutor real a sus demandas, un premio al ahora exmandatario de Chaco y un funcionario que, sin dudas, tendrá un alto perfil, a diferencia del saliente Juan Manuel Abal Medina, que podría ir a la Embajada argentina en Chile.
- Ministerio de Economía: Llega Axel Kicillof. El cambio no supone algo nuevo: el funcionario, era un "ministro en las sombras". Para muchos, la gestión de Hernán Lorenzino será recordada solamente por el "me quiero ir" cuando tuvo que explicar las causas de la inflación. Punto para La Cámpora, que obtiene un ministerio trascendental.
- Banco Central: El arribo de Carlos Fábrega (se estima que el Congreso aprobará el pliego del ahora expresidente del Banco Nación) en lugar de Mercedes Marcó del Pont. Durante su gestión, en menos de tres años las reservas de la entidad cayeron de 47.959 millones de dólares a 33.232 en octubre 2013, habiendo tenido picos de hasta 50 mil millones de dólares.
- Ministerio de Agricultura: Se fue Norberto Yauhar, golpeado por el bajísimo rendimiento en las elecciones de Chubut. En su lugar, ingresó Carlos Casamiquela, que estaba a cargo del INTA.
- Comercio Interior: Renunció Guillermo Moreno. Desde diciembre, se espera que asuma el nuevo puesto ordenado por la Presidenta, la agregaduría económica de la Embajada argentina en Italia. Para reemplazarlo suena Augusto Costa, a cargo de las Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería. Entre los "méritos" de Moreno quedan no haber podido bajar la inflación, controlar los precios, bajar el dólar, organizar misiones comerciales con escaso o nulo éxito e intervenir el INDEC.
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