Unas 300 mil personas quedaron varadas y el Ejército tomó el control del espacio aéreo para tratar de aliviar la grave situación.
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EFE
MADRID,- Los controladores aéreos españoles abandonaron este viernes sus puestos de trabajo, lo que obligó al cierre del espacio aéreo y a que el ejército tomara el control del aire, mientras el gobierno, que convocó una reunión urgente el sábado, les advirtió de que pueden ir a prisión si no retoman en forma inmediata sus tareas. El 90% del turno de tarde de los controladores españoles presentaron "bajas masivas", declarándose "incapaces para prestar el servicio", y abandonaran su trabajo a la 17H00 locales (16H00 GMT), anunció el gestor español de aeropuertos, AENA. Esta acción provocó el caos entre miles de pasajeros en los aeropuertos españoles al inicio de un largo puente festivo que dura hasta el próximo miércoles, en el que se preveían miles de desplazamientos. Unas 300.000 personas quedaron afectadas.
Este abandono obligó a las autoridades a cerrar progresivamente sectores del espacio aéreo hasta su completa clausura, excepto en la región de Andalucía, "para garantizar la seguridad", indicó el presidente de AENA, Juan Ignacio Lema.
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Por ello el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ordenó al ministerio de Defensa "ejercer la dirección del control de la circulación aérea general en todo el territorio", anunció el número dos del ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El control militar se mantendrá "hasta que existan garantías de que se recupera por parte de los controladores civiles la normalidad en la prestación de sus servicios", añadió. Zapatero convocó después de medianoche una reunión ministerial extraordinaria para el sábado por la mañana y advirtió de que si los controladores no retoman su trabajo, declarará el "estado de alarma", anunció Rubalcaba.
Ello implica "que se va a movilizar a todos los controladores y que en caso de que algún controlador no acuda a su puesto de trabajo, pasará inmediatamente a disposición judicial, acusado de un delito que puede implicar penas graves de prisión", explicó. Estos podrían ser condenados hasta a ocho años de cárcel por un delito de sedición.
Después de varias horas de cierre de casi todo el espacio aéreo del país, el ejército tomó la dirección del control aéreo español poco antes de medianoche y algunos controladores acudieron a sus puestos. "En este momento el ejército del Aire ha pasado a ejercer la dirección del control de la circulación aérea general en todo el territorio español", indicó hacia la 01H00 GMT.
Después del llamamiento del gobierno a los controladores a retomar su trabajo, "la asistencia de los controladores" al inicio del turno de noche "ha sido desigual y en algunos casos meramente formal", ya que "si en algunos casos acuden a sus puestos de trabajo, en la práctica no están trabajando", precisó.
En Barcelona (noreste) se incorporaron todos los controladores, cinco en Madrid y en Sevilla (sur) acudieron siete de los 11 controladores. El gobierno, que estimó que la situación es "de extrema gravedad", "está decidido a seguir utilizando todos los instrumentos del Estado de derecho para impedir que un conjunto de trabajadores defiendan alguno de sus privilegios perturbando gravemente la vida nacional", advirtió el vicepresidente. "No vamos a permitir este chantaje que está utilizando como rehenes a los ciudadanos", había dicho pocas horas antes el ministro de transporte, José Blanco.
AENA acondicionó dos salas en el aeropuerto de Madrid-Barajas para quienes debían pasar la noche allí y les proporcionó mantas y comida, según la televisión TVE.
El gobierno aprobó este viernes un decreto "que nos obliga a trabajar más horas", explicó a la AFP el controlador Jorge Ontiveros, en referencia a la normativa adoptada que establece los nuevos horarios de estos del sector.
"En esa situación no se puede controlar aviones" y "se ha llegado a una situación límite a nivel anímico", detalló desde un hotel cercano al aeropuerto de Madrid donde se reunieron unos 300 controladores a los que la policía acudió a advertirles de las penas de prisión a las que se arriesgan.
"Venimos denunciando desde hace meses que la gente está llegando a su máximo de horas anuales, que esto se iba a producir en el mes de diciembre", declaró el portavoz del sindicato de los controladores USCA, Daniel Zamit. La huelga de los controladores españoles se produce además el mismo día que el ejecutivo aprobó la privatización parcial de la gestión de los aeropuertos.
