POLITICA
la sintonia con vidal y ocaña

Carrió, entre el protagonismo y las relaciones cambiantes

Es una de las cartas de la campaña, pero antes tuvo que aceitar el vínculo tanto con la gobernadora como con la Hormiguita.

DHCfVjXXoAAIKgE
Manicura. En plena veda, Lilita difundió ayer una foto haciéndose las manos. El domingo estuvo con Vidal y Ocaña con Susana. | Cedoc Perfil
“Lilita, nunca una mujer me rechazó tantos años como vos”. En medio de una sesión de fotos que se sacaron para la campaña (y que al final no se usaron), Mauricio Macri se confesaba ante Elisa Carrió. La líder de la Coalición Cívica logró en esta campaña entrar al reducto del poder PRO. En esa sesión estaban también los otros ases de Cambiemos: María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.
Es que sin dudas Carrió es una de las protagonistas de la campaña. Pero para eso en el camino tuvo que superar rencillas personales, no sólo con el propio Macri, sino con otras mujeres fuertes de Cambiemos, como Vidal y Graciela Ocaña.

Con Vidal tuvo una excelente relación en 2016. Pero todo se empiojó en 2017, cuando le hicieron saber que la gobernadora no la quería de candidata en su territorio. Estuvieron dos meses sin hablarse. Los contactos los mantenían Federico Salvai (jefe de Gabinete bonaerense) y Maricel Etchecoin (titular de la CC-ARI).

La campaña las volvió a unir, pero la relación nunca volvió a ser como antes. Compartieron actos en La Plata y Mar del Plata, y una conferencia vía Facebook también junto a Larreta. “En la sesión de fotos se mataban de risa”, cuentan para minimizar los daños en el vínculo. “Lilita tiene más conversaciones de los que todos conocemos. Siempre hay cortocircuitos por opiniones o pareceres, pero no generaron problemas”, añaden.

Con Ocaña, en cambio, la relación nunca se volvió a recuperar. A lo sumo quedó en stand-by por la campaña. En 2004, la Hormiguita se fue con el kirchnerismo, y Carrió le hizo la cruz. En 2011 la respaldó en medio del cruce que tuvo Ocaña con Hugo Moyano. En 2015, la campaña porteña los volvió a unir, “pero lo realidad es que no se pueden ni ver”, confiesa una fuente que conoce la intimidad. El domingo pasado compartieron el living de Susana Giménez (también con Vidal), donde quedó en evidencia el armisticio que firmaron.
Con la que menos relación tiene es con Gladys González, aunque la destaca por su trabajo en la lucha contra la corrupción en el gremio de los marítimos, caso por el que está preso Omar “el Caballo” Suárez.n