POLITICA

CFK cuestionó a Macri y Peralta, y se "candidateó" como papisa

En un acto en El Calafate, le echó en cara al gobernador santacruceño las obras del estado nacional y criticó al gobierno porteño por la tala de árboles. Fotos.

"No vamos a tirar un solo árbol. Los árboles son sagrados, no se tocan. Por lo menos, acá en El Calafate, sobre mi cadáver", remarcó CFK.
| Télam

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuestionó, sin nombrarlos, al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, y al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, al afirmar que "los que se quejan no merecerían ser gobierno ni acá ni en ninguna parte".

"Si se quejan los gobernantes, qué le queda a la gente", planteó la mandataria en un acto en la localidad santacruceña de El Calafate. Recordó también que "hace más de diez años" que Néstor Kirchner no gobierna la provincia. "Cómo se nota, ¿no?", planteó.

"Es una pena que se pierda esfuerzo, tiempo, voluntad y ganas poniéndole palos en la rueda a todos los que hacen. Solamente pelean los que no tienen motivos para trabajar o no saben trabajar", sostuvo la presidenta.

Cristina criticó también a Macri por la tala de árboles en la avenida porteña 9 de Julio por las obras del Metrobus. "No vamos a tirar un solo árbol. Los árboles son sagrados, no se tocan. Por lo menos, acá en El Calafate, sobre mi cadáver", remarcó.

Luego volvió a apuntar sus cañones contra Peralta por los reclamos de fondos para la provincia: "Los que se quejan no merecerían ser Gobierno acá y en ninguna parte. Si se quejan los gobernantes, ¿qué le queda a los ciudadanos?", insistió.

La Presidenta aseguró que cuando Néstor Kirchner gobernaba Santa Cruz, entre 1991 y 2003, "hacían todo con fondos provinciales" y explicó: "Nos dejaba un poquito de costado porque no estábamos de acuerdo con las políticas nacionales".

En cambio, las obras inauguradas hoy tuvieron financiamiento "del Gobierno nacional", porque la provincia tiene un "altísimo grado de endeudamiento". Como la ampliación del aeropuerto de El Calafate, que "ahora es internacional" y ha mejorado "debido al gran esfuerzo del gobierno nacional al autorizar fondos por más de 100 millones de pesos para su ampliación".

"Hay que dejar tranquilos a los que trabajan, no ponerles palos en la rueda", proclamó Cristina, y llamó a "tener toda la energía, todas nuestras fuerzas en seguir adelante, en esta década ganada de los argentinos, en la que Santa Cruz y el resto de las provincias han recibido obras en materia de infraestructura como nunca antes se había visto en la historia".

La mandataria también rememoró que Santa Cruz tiene una deuda con el Estado Nacional por el suministro de energía eléctrica, pero aclaró: "No le vamos a reclamar la deuda que todavía tienen porque sino la gente se quedaría sin luz".

Papisa. Cristina se permitió bromear sobre la reciente renuncia del Papa Benedicto XVI, al proponer: "Decí que no hay papisa, si no estaba disputando algún lugar".

"No hay que confundir jerarquías con Iglesia. Todos somos la Iglesia. Está en cada uno de nosotros. Aquellos que tienen tantas cosas, que tienen todo, no tienen tiempo de mirar ni de escuchar a Dios", sentenció.

Por último, sostuvo que quienes viven en El Calafate o alejados de la ciudad "tienen más tiempo de escuchar a Dios". Y hasta bromeó con el clima, porque a pesar de que estaba pronosticado lluvia, "nos pusimos a hablar de Dios y salió el Sol".