POLITICA
cuarto aniversario de la muerte del ex presidente

CFK podría volver al mausoleo de Kirchner

memorial. La Presidenta en la bóveda de Río Gallegos.
| Cedoc Perfil
La presidenta Cristina Kirchner partió ayer rumbo a Río Gallegos. El lunes podría visitar el mausoleo en el que descansan los restos de su esposo, Néstor Kirchner, porque se cumplen cuatro años de su muerte. En una fecha simbólica para la familia y para el kirchnerismo, por primera vez –según informó la agencia DYN– será feriado en Santa Cruz para los estatales, y optativo para la actividad privada.
Kirchner murió el 27 de octubre de 2010 en El Calafate, de madrugada, por un paro cardiorrespiratorio no traumático. Se especulaba con que La Cámpora podía hacer un acto, pero al final no se confirmó.
CFK viajó por última vez a la provincia el 26 de septiembre. En el ínterin, tuvo que cuidar de su madre, Ofelia Wilhelm, que fue internada por una descompensación generalizada en el sanatorio Otamendi.
 Después celebró el Día de la Madre junto a sus hijos, Máximo y Florencia, su nuera Rocío García, su nieto Néstor Iván, y su círculo íntimo. Aunque todavía su agenda no fue difundida, se espera que el jueves la Presidenta encabece un acto en Morón.
Cristina retomó en las últimas semanas la iniciativa. Y le copó la agenda a la oposición. Ejemplos de ello son la Ley de Hidrocarburos y la reforma al Código Procesal Penal, que despertaron polémica. También, opacó con ello la actividad de los presidenciables de su propio espacio.
Su gobierno se caracterizó siempre por redoblar la apuesta ante diversas situaciones adversas. Mientras batalla contra las variables económicas deterioradas y por ahora  sin signos de recuperación, logra instalar temas que arrancan críticas de la oposición.
Pese a llevar once años en el Gobierno, las encuestas que maneja sostienen que todavía conserva el 30% de aprobación de la gestión, algo inusual después de tanto tiempo ejerciendo el poder.
El número refleja el núcleo duro del voto kirchnerista que, desde hace más de diez años, se hace sentir en todas las elecciones en las que participó el Frente para la Victoria como sello insignia del Gobierno