POLITICA

Cobos: “Yo, a Cristina Kirchner, nunca le traje ningún problema judicial”

El diputado del radicalismo se lanzó a 2015 con un acto en la Federación de Box. Su relación con los otros presidenciables del Frente UNEN y sus días como vicepresidente.

Despacho. Su flamante oficina del Congreso sólo está decorada con dos obras basadas en Alfonsín.
| Marcelo Silvestro

Tomando mate, en su pequeño, pero flamante, despacho en el séptimo piso de la Cámara de Diputados, Julio Cobos se entusiasma con su candidatura. Con sólo dos cuadros de Alfonsín que le regaló una militante de la UCR, se prepara para recorrer el país con la consigna “Cobos por Argentina”.
—¿Cuál es el principal obstáculo que tiene hoy UNEN?
—No tenemos obstáculos, tenemos un camino por recorrer: consolidar el espacio, ganarnos confianza entre nosotros. Sabemos que tenemos que construir una agenda legislativa y un proyecto de modelo de país.  
—¿Suelen comer asados los cinco presidenciables?
—No. Cada uno anda ocupado. Nos debemos algo más entre nosotros. Todas las reuniones siempre se amplían, cuando nos juntamos en San Nicolás por la vida familiar no pudimos.
—Se lo ve en el otro extremo de Pino Solanas.
—Con Pino tenemos un montón de coincidencias que pudimos compatibilizar. Cuando hay coincidencias en lo ético, en lo republicano, en lo federal, te facilita muchas cosas.
—¿Cómo convive con la incontinencia verbal de Carrió?
—Ella es inimputable. Por ahí se anima a decir lo que uno, no es que no se anime, pero no pega que Cobos se exprese de esa forma. Ella misma lo dice, y nos viene bien. Ojalá que sea candidata a presidente.
—¿Lo aburre Binner?
—No, no. Es una persona que ha demostrado gestión, es moderado y prudente. Cada uno tiene su personalidad, no necesitamos un cómico en la política.
—¿Es amigo de Sanz?
—Con Ernesto trabajamos en la última elección, y lo apoyé cuando fue candidato a senador. Tiene que sostener su candidatura en las primarias.
—¿Sumaría a Macri?
—El espacio como está conformado es suficiente. El país necesita un partido liberal, pero está ajeno a lo que hemos construido, aunque hay buena gente. Con el PRO, y con otros partidos, hay que acordar una serie de temas a largo plazo, con planes estratégicos. A lo mejor con Macri, que somos ingenieros, tenemos esas coincidencias: sabemos que hay que planificar para hacer un edificio.
—¿Abriría el debate para sumar a Macri?
—Hay que ver las realidades locales. Pero es una discusión que hemos tenido. Cualquier decisión de este tipo tiene que surgir del conjunto, si no, nos haría mucho daño que por incorporar a alguien se vayan uno, dos o tres.
—¿El socialismo y Pino?
—Lógico. Pino, el socialismo y la mitad del radicalismo. Tampoco podemos engañar a la sociedad diciéndole que conviene electoralmente. Además no sé si es una suma aritmética.
—¿Y Massa en UNEN?
—No, está construyendo su propio espacio.
—¿Para el ballottage hablaría con Macri y Massa?
—Hay que hablar con todos, y buscar el apoyo.
—¿Cómo convive Lousteau,  el ex ministro de Economía que armó la 125?
—(Se ríe.) Estuvimos en Córdoba juntos. Fuimos a Expoagro y me dijo antes de entrar: “Si salgo vivo de acá, estoy para cualquier cosa”, y le fue bien (risas). Martín (Lousteau) intentó morigerar una idea de Moreno, y buscábamos entre los dos una solución.
—¿Cuándo fue la última vez que habló con Cristina?
—A la semana siguiente del conflicto por el campo, en la Casa Rosada. Estaban Randazzo y Massa. En realidad, pedí una audiencia solo y estaban los tres. Me acuerdo que hablé yo y después ella. Randazzo quiso hablar y ella no lo dejó, y Massa anotaba todo, hacía de escribano. Ella estaba angustiada por la situación, y me dijo que íbamos a tener una relación institucional. Yo le decía que había que encontrar una solución que no fuera tener la mayoría en el Senado, que estaba en juego la paz social. Después hablé con ella cuando falleció Alfonsín.
—¿Cómo la ve a Cristina hoy?
—La veo muy sola. Tendría que escuchar más, tampoco creo que haya ministros que le den soluciones. Está muy confiada en Kicillof, Zannini, y dentro de todo Fábrega, que fue una buena elección.
—¿Cómo era su relación con Zannini?
—No tuve mucha relación. Un hombre preparado, muy del espacio, no era abierto como Alberto Fernández, que creía en la concertación. Es buen cantor (se ríe)... de folclore.
—¿Boudou debe pedir licencia?
—Si el juez lo procesa, por el cargo que reviste, lo sano sería, al menos, una licencia. Pero esa decisión depende de la Presidenta, fue ella la que lo eligió. Tendrá que ver si el desgaste al que está siendo sometido por esta causa se pone en la balanza tomando una decisión pidiéndole que se retire, que implica que ella se equivocó.
—Cristina tiene un karma con los vices...
—(Risas.) Yo a Cristina Kirchner nunca le traje ningún problema judicial.