Los teléfonos se encendieron a primera hora. Los dirigentes del Partido Justicialista intercambiaban la novedad judicial por llamadas, mensajes e, incluso, chats grupales como los que tienen un sector de los intendentes de la provincia de Buenos Aires. Pero, a pesar de los largos intercambios por la imputación de Cristina por la causa de lavado de dinero conocida como “La ruta del dinero K”, prevaleció el silencio.
Sin un líder político claro ni los documentos ya redactados con los que solía llegar el ex funcionario, Carlos Zannini a las reuniones del PJ para marcar la línea de acción, los peronistas debatieron ayer cómo responder a la imputación y aunque no llegaron a una posición uniforme, todos coincidieron en dejar pasar las horas para definir la postura en común. El PJ nacional conducido por Eduardo Fellner se amparó en la situación judicial que atraviesa (el Juzgado Electoral pospuso la fecha para presentar listas para pelear la nueva conducción) para esquivar brindar una posición partidaria.
Tomarse su tiempo. El silencio de las primeras horas demostró que ya no debían correr detrás de la defensa ciega de la ex Presidenta (tal como sucedió en enero de 2015 cuando las miradas apuntaban aCristina Fernández de Kirchner por la muerte del fiscal Alberto Nisman) y darse unas horas para decidir cómo apoyar a la ex mandataria sin avalar los casos de corrupción de su gobierno.
En cambio, el PJ bonaerense conducido por Fernando Espinoza prepara una gran movilización para el miércoles, día en que Cristina debe declarar en la causa del “dólar futuro”. “Si con esto pretenden frenarnos, va a ser al revés. Esto demuestra que hay una fuerte persecución política”, escribió uno de los jefes comunales al chat grupal para avanzar en un comunicado partidario que acompañe la movilización. Pero las líneas escritas por los bonaerenses en defensa de la ex presidenta también se retrasaron, para darlas a conocer en los próximos días.
Los intendentes peronistas que habían decidido mantenerse al margen de la marcha a favor de la ex presidenta ayer se debatían qué hacer. Los jefes comunales más jóvenes están decididos a no participar de la movilización que puede tener como caras visibles a dirigentes como Luis D'Elía, pero la imputación de Cristina los obliga a tomar una posición. La salida que encontraban era enviar su propio comunicado en el que se resalte la defensa a las instituciones, sin levantar las banderas kirchneristas.
De cada grupo, habrá algunos dirigentes que darán su posición personal. Habrá frases para todos los gustos: desde que se debe dejar actuar a la Justicia hasta el hostigamiento judicial que sufre la ex presidenta. Pero ya ninguno posará en la sede porteña del PJ para quedar inmortalizado en la foto de un documento difícil de digerir.
