El encuentro en Tribunales del periodista Víctor Hugo Morales con el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, había generado una gran expectativa, no sólo de parte del locutor uruguayo, sino de varios de sus fans, que se autoconvocaron a la puerta del juzgado, en una suerte de vigilia "víctorhuguista": cantaron contra Clarín, pidieron por la Ley de Medios y advirtieron sobre "el cáncer de las mafias mediáticas".
Desde el mediodía, una multitud copó las puertas del juzgado, donde Radio Con Todo transmitía en vivo y los convocados intercambiaban palabras en el micrófono."Los jueces que tienen que fallar por la ley de medios, tienen que saber que si no se ponen a la cabeza del pueblo, el pueblo va a ir por sus cabezas”, advirtió uno.
Varios de los autoconvocados pidieron por una "rápida implementación de la ley de medios" y, en sintonía con las editoriales de Víctor Hugo, filosofaron sobre "un nuevo poder del que ahora somos concientes: el de las mafias mediáticas".
A las 14, horario en el que estaba anunciada la convocatoria, la calle Carlos Pellegrini ya estaba cortada por la cantidad de "victorhuguistas", como se autodenominaron ante Perfil.com. A pesar de las advertencias radiales, se vivía una clima festivo, que incluía candombe, cantos, banderas y pancartas en favor del relator: "Uruguayo, uruguayo", arengaban.
Las sonrisas se acabaron cuando una mujer levantó un cartel con la leyenda "Víctor Hugo traidor". "Dejémosla que se exprese, está en su derecho", dijo uno de los convocados. "No, viene a provocar, que se vaya", lanzó otro, que terminó sacandole el cartel de las manos y echando a la "magnettista", dijo. "Magnetto, basura, vos sos la dictadura", empezaron a cantar.
Quiénes acompañaron. Entre la convocatoria, se encontraban Estela de Carlotto, el diputado Héctor Recalde, el director de cine Tristán Bauer y el fundador de Tiempo Argentino, Roberto Caballero. "Estamos acá no sólo para apoyarlo a Víctor Hugo, sino además para defender la libertad de expresión", dijo el columnista. El hermano del locutor, José Pedro Morales, ingresó al juzgado con él.
Media hora más tarde, el rostro de Víctor Hugo, que llegó con su hermano, se asomó por la esquina de Santa Fe y Pellegrini. Logró pasar inadvertido para encontrarse con su abogado defensor. Esta vez, su letrado no fue Miguel Ángel Pierri y sí el constitucionalista Eduardo Barcesat, con el que compartió un café y dialogaron sobre la demanda durante cinco minutos.
Al salir del bar, durante todo su camino hacia el juzgado, el locutor fue aclamado, casi a nivel futbolístico: intercambiaban cantos a favor del periodista y en contra de Magnetto: "Víctor Hugo, Víctor Hugo", "Noble, Magnetto, devuelvan a los nietos".
Magnetto. El ingreso del empresario al juzgado fue menos triunfal. Apenas pasado el mediodía, y pese a presentarse tres horas antes de la citación, llegaron al juzgado cinco custodios que, minutos después, recibieron a Magnetto y lo escoltaron durante su ingreso. El CEO de Clarín recibió algunos insultos por parte de los seguidores del periodista que ya se encontraban en el lugar.
Durante los cuarenta minutos que duró la mediación, la fiesta de los "víctorhuguistas" continuó. "Hay olor a azufre acá, porque el demonio de Magnetto acaba de entrar, demonio que nos quiere desunir cuando el pueblo esta unido", se escuchaba en los altoparlantes.
"Tomala a vos, dámela a mí, el que no salta es de Clarín", celebraba la multitud. "Lo que este delincuente está haciendo son los últimos coletazos de la bestia que se está muriendo", consignó uno de los manifestantes.
En el medio, hubo silbidos para los periodistas del Grupo Clarín "que nos taladran todo el día la cabeza", explicó uno. En ese momento, abuchearon a Ernesto Tenembaum, Marcelo Bonelli y le dedicaron una arenga a Jorge Lanata: "Es para vos, es para vos, Lanata puto, la puta que te parió".
La salida de Víctor Hugo fue aún más festiva que su entrada. Ni bien salió, al periodista le acercaron el micrófono y contó: "(Magnetto) No me dio la posibilidad de decirle todo lo que pienso en la cara". Y desató la euforia de los presentes: "Además de asesino y delincuente, es un cagón", gritaban.
El locutor agradeció la multitudinaria convocatoria y dijo: "Las cámaras no deberían estar apuntándome a mí. Yo debería estar ahí con todos ustedes apuntando a Magnetto y pidiéndole explicaciones por todo el daño que le hizo al periodismo y a la Argentina".
Durante su discurso, Víctor Hugo se refirió a Magnetto como "este hombre que estará en el séptimo piso esperando a que ustedes se vayan de acá". Es que el CEO de Clarín aguardó la desconcentración en el juzgado durante más de dos horas. Aún así, no pudo eludir los insultos de la treintena de convocados que lo aguardaban.
La denuncia. Barcesat le explicó a los periodistas que "la demanda que le iniciaron a Víctor Hugo tiene que efectivizarse en un plazo de 90 días". A su vez, contó que "la defensa decidió iniciar una contrademanda por toda la campaña difamatoria que Clarín ha encabezado sobre Víctor Hugo Morales".
