Con fuertes críticas al juez, el arrepentido Campillo busca su libertad en la Cámara

La suerte de Juan Manuel Campillo, ex ministro de Hacienda de Santa Cruz y último arrepentido en el caso de los cuadernos de las coimas, quedó en manos de la Cámara Federal de Apelaciones. Fue luego de que ayer por la tarde  el juez Claudio Bonadio aceptara el recurso presentado por la defensa de Campillo, ante la negativa del magistrado de otorgarle la libertad tras homologarle el acuerdo de “imputado colaborador”.

El testimonio de Campillo, detenido desde noviembre pasado, abrió en los últimos días varias nuevas medidas en la causa, entre ellas la detención del ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner Isidro Bounine. Su caso, incluso, despertó varias suspicacias en los tribunales de Retiro.

El ex funcionario había mostrado su voluntad de ser arrepentido en el caso a fines de diciembre. Entonces llegó a un acuerdo con los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli. Y aunque hubo audiencia de homologación con Bonadio, el magistrado no aprobó el acuerdo hasta este martes por la tarde.

A diferencia de todas las otras oportunidades en que aceptó que uno de los detenidos en el caso se transformara en arrepentido, Bonadio no le otorgó la excarcelación. Fue incluso a pesar de que los fiscales se manifestaran a favor de hacerlo.

Ayer al mediodía el defensor oficial Gustavo Kollman, que representa a Campillo, recurrió la decisión y presentó un duro escrito.  Allí, a lo largo de 17 páginas, Kollmann apuntó a la decisión de Bonadio.

Sostuvo que “ya es de público conocimiento que la presente investigación ha mostrado un avance sorpresivo incluso para quienes la llevan adelante, y los aportes novedosos realizados en primer término por mi pupilo –sumados seguramente a otros indicios concordantes– llevaron a su señoría a decidir al menos la imputación y detención de una persona cuya participación en los hechos era absolutamente desconocida”, en referencia a Bounine.

En tanto que en otro de los tramos hizo mención a la decisión de los fiscales de liberar a Campillo y consideró sobre la resolución del juez de denegarla: “Debo decir que parece absurdo considerar que un individuo, en el caso mi defendido, que solicita acogerse al régimen de imputado colaborador, celebra un acuerdo con el fiscal con todas las garantías y obligaciones que le impone la ley, que es formalmente tenido en tal carácter a partir de la homologación judicial de dicho pacto, pretenda entorpecer la investigación. Cabe preguntarse: ¿colabora o entorpece?”.

En su declaración, Campillo sostuvo que Bounine le había dado 200 mil euros para gestiones en Estados Unidos con el fin de lavar dinero del fallecido ex secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz. Su viuda, Carolina Pochetti, es otra de las involucradas en la causa y está detenida desde octubre pasado.