Desde el Salón de las Mujeres de la Casa de Gobierno, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner realiza su tercera aparición pública mediante una cadena nacional anunciada en horas de la tarde.
La Presidenta inició su oratoria con una crítica abierta al poder judicial al referir que "hasta que encontremos una corte o un juez que comunique las cosas que hace el gobierno, tenemos que utilizar este medio, porque no nos estamos rascando, estamos laburando".
"Algunos creen que con artilugios legales pueden ocultar la voluntad popular", sostuvo la mandataria, para luego informar de la firma de convenios por obras públicas en Chaco y Santiago del Estero.
Luego, Cristina leyó un artículo en el cual el doctor Miguel Bein, -funcionario de los equipos económicos de Raúl Alfonsín y Fernando De La Rúa- en el cual el economista denunciaba que "hubo un intento de desestabilización financiera”. La Presidenta remarcó diversas frases de Bein, entre las que destacó que “la verdad es que los mercados venían muy envalentonados con la idea de que iban a vaciar de reservas al Banco Central y que iban a hacer volar al Gobierno".
Al respecto, la Presidenta dijo "iban a hacer volar a la Argentina por los aires, porque cuando voló el gobierno de De La Rúia, voló la Argentina también".
"No voy a volar porque no soy bruja ni soy un pájaro", sostuvo Cristina, para luego pedir "que los argentinos entiendan cómo juegan con sus esperanzas y expectativas".
A continuación, la Presidenta cuestionó a quienes "especulan con los precios de los materiales de la construcción" y le pegó al Poder Judicial nuevamente, al que denominó "Señora Justicia", parafraseando a María Elena Walsh, para que, "cuando se dirijan las multas a los que abusan, no las frenen con una cautelar".
Los dardos judiciales no se quedaron allí y pidió que "por favor, díganle a La Nación que le pague a la AFIP los 300 millones que le debe", porque "cuando un ciudadano no paga sus impuestos le rematan la casa".
"Yo espero sinceramente, con todo respeto a la división de poderes, que entiendan que la división es para todos", afirmó Cristina Fernández, quien finalizó al sostener que "a los 40 millones de argentinos los tiene que tutelar la justicia, si es que quiere seguir llamándose justicia".
Antes, la jefa de Estado realizó una teleconferencia con la ministra de Industria Débora Giorgi, con quién realizó anuncios desde la localidad bonarense de Cañuelas.
Sentada junto al ministro de Planificación Julio De Vido, Cristina se comunicó después con la provincia de Córdoba, donde la vicegoberandora Alicia Pregno dejó inaugurada una línea de montaje.
Luego, le hicieron entrega de una copa de los Juegos Evita de 1953, hecho que hizo emocionarla.
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