POLITICA
Los movimientos de la rosada

Cristina, entre las peleas internas y ganar las elecciones provinciales

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Cristina Kirchner diseña junto a su hijo Máximo la estrategia para vencer en las elecciones provinciales previas a las generales de octubre. Sin embargo, aunque busca cuidar o mejorar su caudal de votos, a veces se enfrasca en peleas internas y muestra que sigue dispuesta a dañar a aquellos en quienes desconfía, aun a riesgo de perder.
Un ejemplo es Mendoza. Armó una lista paralela a la oficial para perjudicar a su histórico operador político (echado de Balcarce 50 por apoyar a Daniel Scioli), Juan Carlos Mazzón, y al gobernador Francisco “Paco” Pérez. El mensaje fue claro: sin el kirchnerismo no se puede ganar. La lista del senador Adolfo Bermejo, respaldada por Mazzón, quedó primera en las internas, pero muy lejos del candidato del Frente Cambia Mendoza, Alfredo Cornejo.
Ahora, viendo que el espacio del Frente para la Victoria consiguió quedar a cuatro puntos del Frente Cambia Mendoza, y que la disputa se puede ganar, Cristina bajó la orden de hacer un acuerdo. Por eso, el senador se reunió con Eduardo “Wado” de Pedro, secretario general de la Presidencia y líder de La Cámpora. También recibió el apoyo del gobernador Daniel Scioli y de Karina Rabolini.
En Santa Fe, con la sangría que dejó María Eugenia Bielsa al abandonar la contienda, apuntaló a Omar Perotti, acompañado de Alejandro Ramos, el secretario de Transporte, y logró retener la misma cantidad de votos que en 2011.
Mientras tanto, alinea la interna nacional. Logró que Florencio Randazzo dejara de criticar a Scioli y se enfocara en Mauricio Macri. Hace una semana que el Flaco no lanza dardos hacia el gobernador.