La presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó esta mañana al aeropuerto internacional de Ezeiza luego de su visita oficial de dos días a España y luego partió hacia Tartagal para supervisar la zona afectada por el alud de barro.
En una entrevista con el canal Telefé en Madrid, la Presidenta admitió que "las catástrofes naturales muchas veces no se deben sólo a las fuerzas de la naturaleza sino a la intervención del hombre, que termina provocando situaciones que terminan en catástrofes".
Justamente, numerosas organizaciones ecologistas, entre ellas Greenpeace, denunciaron que el
fenómeno tendría que ver con
los desmontes legales e ilegales que se vienen produciendo en la zona de la selva
salteña.
El alud causó "mucho dolor, mucho sufrimiento, y pudo haber sido mucho peor la tragedia de
haberse producido en horas de la madrugada o cuando la gente hubiera estado toda dentro de las
casas", agregó la jefa de Estado.
En tanto, fuentes del gobierno de Salta dijeron que esperaban para esta tarde a la
Presidenta, probablemente entre las 15 y las 16.
Por otra parte, el número de desaparecidos, que tras el alud del lunes era de 11 personas,
se redujo esta mañana a seis y poco después, al mediodía,
ya eran solo dos las personas buscadas, informó el subjefe de la Policía de Salta,
Mario Paz.
Se trataba, dijo, de "personas que no habían regresado a sus domicilios o que se habían
refugiado en residencias de familiares", pero que fueron hallados en buen estado entre ayer y hoy.
De esta forma, precisó,
"tenemos solo dos desaparecidos" que son dos mujeres "de 59 y 65 años de edad, de
apellido Rivero", quienes se hallaban en el patio de su casa y "una persona vio cómo la correntada
hizo un remolino y se las llevó".
Aún así, indicó Paz en declaraciones al canal de cable Todo Noticias,
"no hay ninguna persona fallecida porque no ingresó nadie al hospital ni hay
información ante la oficina del juez o de la policía de la provincia sobre un deceso".
Mientras tanto, agregó, las dos mujeres estaban siendo buscadas por efectivos que realizaban
"rastrillajes en toda la zona del río Tartagal, río abajo y otro grupo en un camino alternativo río
arriba, junto a la división de Bomberos y la división Canes".
En tanto, aún permanecían evacuadas 432 personas, alojadas en seis reparticiones dispuestas
por el gobierno.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, quien se encuentra en la
ciudad desde el mismo día del alud, sostuvo que lo ocurrido en Tartagal
es un "desastre" que "superó lo que puede ser una inundación".
La ministra anunció que desde su cartera se enviarán subsidios para la compra de tierras en
lugares alejados de la orilla, que serán elegidos por la Intendencia, a fin de destinarlos
a la construcción de entre 400 y 600 viviendas.
Kirchner aseguró que la ayuda para los damnificados ya estaba llegando al Regimiento de
Monte 28.
La funcionaria, según declaraciones publicadas hoy por el portal "Tartagal Noticias",
aseguró que "estamos trabajando con toda la fuerza pero la premura supera toda organización, los
víveres llegan al regimiento y de allí se distribuyen a los lugares donde se requieran, el
subsecretario de Abordaje Territorial es quien coordina donde se envía", explicó.
"Esto es un desastre y lo que más me sorprende son las avenidas, pavimentadas llenas de
barro en cantidad, no sé cómo explicarlo realmente, esto supero a lo que puede ser una inundación",
manifestó.
Pero ante esto, advirtió, "quedan dos caminos, o nos lamentamos o seguimos trabajando y
lógicamente después tendremos que ver por qué paso esto", declaró.
Mientras tanto,
el clima continuaba amenazante de lluvias, con alta temperatura y humedad, al
tiempo que seguían adelante los trabajos con máquinas para remover los escombros que arrastró el
alud y los vecinos intentaban recuperar lo que podían en sus casas, aunque muchas directamente
fueron arrasadas.
Fuente: DyN