POLITICA

Cristina le contestó a Macri: "Antes de abrir la boca, abramos la cabeza"

La presidenta dijo "no estar dispuesta a integrarse a los países xenófobos". Pidió reflexionar sobre las duras condenas a los inmigrantes.

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La presidenta Cristina Fernández le contestó al jefe de gobierno porteño Mauricio Macri por la situación en Villa Soldati, donde varias familias tomaron el Parque Indoamericano, lo que provocó intentos de violentos desalojos, que ya dejaron tres muertos. "No estoy dispuesta a que Argentina se integre a los países xenófobos de este planeta", disparó la mandataria en un acto por el Día Internacional de los Derechos Humanos en el que anunció la creación del ministerio de Seguridad.

Macri le pidiera que "no abandone a los vecinos" y hasta solicitara la presencia de la Policía Federal en el lugar.

"Muchas veces nos han reprochado, desde 2003 hasta ahora, porque no reprimíamos manifestaciones sociales; hemos tenido costos políticos muy altos por trata de agotar todas las instancias", dijo la mandataria al anunciar la creación de un ministerio de Seguridad con Nilda Garré a la cabeza.

"Quiero decirle a todos los argentinos que como presidenta no estoy dispuesta a que Argentina se integre a los países xenófobos de este planeta", anunció la mandataria. Y llamó a los argentinos a realizar una "reflexión profunda" acerca de los inmigrantes en nuestro país. "Somos hijos de inmigrantes, no descendimos de Luis XIV, nuestros abuelos bajaron de los barcos muertos de hambre a la Argentina", señaló Cristina. Para luego destacar que "la última ola de inmigración fue latinoamericana", con la llegada de "chilenos, bolivianos, paraguayos, peruanos".

"Allá en Río Gallegos y Santa Cruz, en El Calafate, hay comunidades importantes de ciudadanos bolivianos, paraguayos, que hacen trabajos en la industria de la construcción. También en la provincia de Buenos Aires me ha tocado dar subsidios a muchas familias que cultivan frutillas y verduras. En general, aquí en Argentina los inmigrantes hacen la tarea y los trabajos que los de aquí no hacen", dijo la presidenta, en claro mensaje al jefe de gobierno porteño que habló de la "inmigración desenfrenada" como una de las causantes de los incidentes en Villa Soldati.

"Esto nos obliga a ser pudentes, reflexivos. Gente mala o que delinque las hay de todas las nacionalidades y colores", agregó la mandataria. Y luego pidió disculpas a las comunidades de inmigrantes. "Quiero en nombre de todos los argentinos pedir disculpas a todos los países hermanos que se han sentido ofendidos, agredidos. Yo creo que no hay que ser iguales, hay que ser diferentes".

Y reiteró: "Antes de abrir nuestras bocas abramos la cabeza y pongamos un poco de corazón. Y sepamos que hay que hacer y seguir haciendo muchos esfuerzos para ir desarmando pacificamente y con paciencia, aun aquellos que pueden estar asusados, dirigidos para presentar a un gobierno como que no le importa la seguridad".

La mandataria volvió a hacer referencia a la muerte de su marido, aunque sin nombrarlo: "Tengo mucho dolor en mi alma, pero afortunadamente el dolor no me afecta las neuronas, y puedo pensar y razonar. No soy ingenua para pensar que las cosas suceden por casualidad".

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